El padre de Verdeliss desvela el secreto de su hija para correr siete maratones en siete días

Estefanía Unzu Ripoll, más conocida como Verdeliss en las redes sociales, es la persona que más rápido ha conseguido completar siete maratones en siete días y en distintos continentes. La navarra se impuso en el reto 'World Marathon Challenge' por encima incluso de los hombres participantes. Los expertos en salud deportiva están impresionados con la hazaña de esta atleta semiprofesional: los que se dedican al cien por cien a este deporte confiesan que no hacen más que «dos o tres» maratones al año. Pero, entonces, ¿cuál es el secreto para hacer siete en una semana?

Lo desvela su padre, Fernando Unzu, en una entrevista con 'Abc'. «Estefanía cuando corre nunca lo lleva al cien por cien, va hablando, grabándose, saluda a la gente… Y llega en buenas condiciones. Corre a un 70% de lo que podría ser su ritmo límite», asegura. En cambio, el atleta profesional que busca la marca en la prueba de maratón «solo debe hacer dos o tres al año porque lleva el cuerpo al máximo».

El padre de Verdeliss es fundador del club de atletismo Ederki, donde la influencer y sus hermanos dieron sus primeros pasos en el atletismo. La navarra dejó este deporte a los 18 años para trasladarse a Madrid a iniciar una nueva vida con su pareja. El atletismo regresó a su día a día en la pandemia, cuando se propuso hacer el reto de correr uno por Madrid y alrededores tras 20 años de inactividad. «Lo acabó bien, aunque luego tuvo algunos problemas musculares. Y a partir de ahí no ha tenido más problemas físicos», cuenta su padre, que ha vivido el reto de los siete maratones en siete días con «mucho nerviosismo».

«Cuando acabó la carrera de la Antártida... Tenía que ir con máscara por el frío, no podía llevar los geles habituales porque se congelaban, las zapatillas eran especiales y más grandes porque tenía que llevar capas de calcetines...», relata. La pruebla de correr sobre hielo fue la primera de las siete y Verdeliss se impuso en categoría femenina aunque no logró ganar en la absoluta. Sí quedó por delante del resto de participantes, hombres incluidos, en las cinco maratones siguientes, hasta que 'pinchó' en Miami.

En la última prueba, que se disputaba en Estados Unidos, la navarra sufrió una pájara tremenda. Se pasó media carrera vomitando y entró a veinte minutos de Tomomi, su rival japonesa. «Yo lo pasé mal porque teníamos muy pocas noticias de la carrera, las emisiones en directo eran esporádicas y las informaciones que llegaban no eran buenas», cuenta su padre en la entrevista, consciente de que el cuerpo estaba lanzando un aviso a su hija: «Puede ser una reacción normal dentro del esfuerzo que ha tenido con los cambios de temperatura, de humedad, los geles que se toman que son indigestos, la deshidratación…».

Fernando Unzu tiene un último consejo para aquellos que, inspirados por su hija, deseen iniciarse en los maratones: «Tienen que empezar poco a poco y ver cómo les responde el cuerpo. Deben tomárselo como un entretenimiento. Deben seguir ritmos a una velocidad de poder ir hablando con otra persona que vaya a su lado. No hay que exprimir el cuerpo».

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