

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Sophie Nyweide, quien fuera una prometedora actriz infantil, murió a los 24 años el 14 de abril. Fue conocida por su participación en películas como 'Mamut', 'Noé' o 'An Invisible Sign', donde compartió escena con actrices como Michelle Williams, Jessica Alba o Jennifer Connelly. La intérprete estaba embarazada cuando murió inesperadamente, según un certificado de defunción obtenido por la revista PEOPLE. Al parecer se encontraba en las primeros meses.
El 19 de abril declararon la muerte de la joven actriz, tras encontrar su cuerpo en la orilla de un río en Vermont cerca de un cobertizo, según ha comunicado el Departamento de Policía de Bennington. Las mismas fuentes han asegurado que Nyweide no vivía en el refugio improvisado, sino que se encontraba allí con otras personas antes de su muerte.
Por el momento no se ha determinado la causa de la muerte. A la joven le han practicado una autopsia y pruebas toxicológicas, aunque han adelantado que no descartan que se trate de un crimen.
Su familia la ha descrito como una joven «creativa, atlética y madura»; han destacado su dedicación al snowboard profesional, una disciplina que practicó desde los 5 años. No obstante, fue en el cine donde Sophie realmente brilló. «Parece que se sentía más feliz en un set de rodaje que en ninguna otra parte, convirtiéndose en otra persona», se lee en el obituario, en el que también dieron las gracias a sus compañeros de trabajo que apoyaron su talento y bienestar durante su carrera.
Sophie dejó una huella significativa en el mundo del cine. En una entrevista de 2010, su madre, Shelly Gibson, recordó cómo Sophie creció en un cine de Vermont, donde pasaba largas horas viendo películas. A los 9 años, Sophie ya tenía claro que su destino estaba en las pantallas. «Me preguntaba qué sería ser yo en esa pantalla», dijo en esa entrevista. Su sueño se hizo realidad cuando, con 10 años, interpretó un papel aclamado en An Invisible Sign, lo que le valió elogios de la crítica. La crítica Jeannette Catsoulis, en 2011, destacó su «brillante actuación» y vaticinó un futuro prometedor para ella.
A pesar de su éxito en la gran pantalla, la vida de Sophie estuvo marcada por una serie de desafíos personales. A lo largo de los años, la actriz se enfrentó a luchas internas que le llevaron al abuso de sustancias y problemas emocionales. «Sophie era una chica bondadosa y confiada», relata el obituario, reconociendo que esta confianza la hacía vulnerable ante personas aprovechadas. Además, se menciona que, a pesar de sus esfuerzos por superar sus dificultades, tanto ella como quienes intentaron ayudarla, incluidos terapeutas y profesionales, no pudieron evitar su trágico destino.
Su familia, en su obituario, ha destacado la importancia de proteger a los más vulnerables y aprender de los errores que contribuyeron a su trágica muerte. «Sophie. Una vida que terminó demasiado pronto. Que no haya sido en vano», señalaron, e invitan a la reflexión sobre cómo la sociedad debe apoyar más a las personas que atraviesan dificultades emocionales y psicológicas.
En memoria de Sophie Nyweide, su familia compartió un enlace para hacer donaciones en apoyo a la organización RAINN (Rape, Abuse & Incest National Network), con la esperanza de contribuir a la causa de la prevención de abusos y la protección de los más vulnerables.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.