Preysler y Vargas Llosa se enzarzan tras su ruptura: celos infundados, etiqueta de amante...
La celebrity ofrece su versión a ¡Hola!, mientras que el Nobel hace lo propio en 'Sálvame'
a.m.
Jueves, 29 de diciembre 2022, 08:56
Todo apunta a que la ruptura entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa vivirá en las próximas semanas sus capítulos más tensos. Ayer, cuando la revista 'Hola' publicó una entrevista donde la celebrity confirmaba la separación de la pareja tras ocho años juntos, el entorno del premio Nobel se apresuraba a dar su versión de los hechos. Y, obviamente, los supuestos motivos de la ruptura de uno y otro eran completamente opuestos.
El 'Hola' amanecía con un titular que no gustó nada a Vargas Llosa: «celos infundados». La periodista de la revista escribía, en boca de Isabel Preysler, que el Nobel había protagonizado hace unas semanas «una escena de celos» que acabó en huída. Vargas Llosa hizo las maletas para siempre y se instaló en su céntrica casa cercana a la Puerta del Sol.
Desde el entorno de Isabel recalcaron a la revista que no era ni el primer ataque de celos del Nobel, ni su primera escapada del domicilio familiar. Preysler ya estaba cansada y alega que «no merecía la pena continuar apostando por una relación que no tiene futuro y en la que ninguno de los dos es feliz». «Los celos infundados, la pérdida de la ilusión del principio y las discusiones» han puesto fin a ocho años de amor, según la revista.
Todo lo contrario afirma el entorno de Vargas Llosa, que ayer rompió su silencio a través del programa 'Sálvame'. El Nobel ha recuperado la relación con sus tres hijos -fruto de su matrimonio con Patricia Llosa-, que desde que conoció a Isabel se alejaron de su padre. La versión de Vargas Llosa se anunció en plató como «el testimonio que desmontaría la gran mentira de Isabel Preysler».
El contenido prometía y no defraudó. Según 'Sálvame', y en boca del premio Nobel, la celebrity le había pedido matrimonio al escritor y éste la habría rechazado. La Preysler argumentaba que no quería portar la «etiqueta de amante si a Mario le pasara algo», pero él no consideraba «oportuno» casarse «a estas edades». La última vez que sonaron las campanas de boda en casa de Isabel, ella reconoció en público que «no era el momento». Y el escritor le dio la razón en aquel momento. En una entrevista en el XL Semanal dejó el posible enlace en manos de su pareja: «¿Boda? Eso se lo tienes que preguntar a Isabel: todas las decisiones importantes las toma ella».
Un secreto a voces
La separación era un hecho desde hace semanas, desvelan las diferentes revistas especializadas en la prensa rosa. Estas han sido las primeras Navidades que han pasado por separado. Ocho años después de que el Nobel y la celebrity anunciasen su noviazgo, y después de infinidad de rumores sobre una posible boda, ahora deciden tomar caminos diferentes.
Los últimos meses de Isabel y Mario no han sido fáciles. La convivencia entre ella -de 71 años- y él -de 86- se deterioró por sus diferentes trabajos, lo que motivó la aparición de los celos, según defiende Isabel. «¡No hay ni comparación! Mario es muchísimo más celoso que yo», aseguró la Preysler hace unos años en una entrevista. La última aparición en público de la pareja se remonta a mediados de diciembre, justo antes de que el Nobel abandonase el domicilio familiar, cuando visitaron Toledo.
