«Intentaba ligar mientras cantaba por Perales, pero tenía el culo muy gordo»
Una mirada optimista a la vida ·
Cantó el 1 de mayo en la clausura del hospital de Ifema y, de la emoción, estuvo a punto de abrazar a una paciente. Vivir afinado «aburre»quico chirino
Jueves, 27 de agosto 2020, 00:00
José Manuel Zapata era un niño «gordito». Cuando su madre fue a buscar el traje para la primera comunión, no lo encontró de su talla ... y la hizo vestido de «dictador panameño». Porque una amiga le llevó al coro García Lorca se enamoró de la música, se convirtió en tenor y ha pisado los grandes escenarios. Es un tipo optimista. Hasta tal punto que ha montado un nuevo espectáculo y lo estrenó el 5 de agosto en el auditorio de El Escorial. Se llama 'Del revés' y cuenta su propia experiencia a través de la música: «La gente me escucha pensar. Escuchar pensar a un cantante es una cosa rarísima».
- 'Del revés'. ¿Por qué se tuercen las cosas?
- Qué pregunta más difícil. Muchas veces por razones externas y otras porque las torcemos nosotros mismos.
- ¿Y cuando se tuercen es cuando se quedan derechas?
- ¡Eso es! Parece mentira que se te ocurra a ti. Hay un dicho italiano que dice que hay que darle golpe al hierro hasta conseguir que se estire.
- Empieza en la música tarde, por una amiga que le lleva al coro. ¿Es de los que utilizaba la música para ligar?
- Lo intentaba, pero ya tenía el culo muy gordo. Si mi culo hubiera sido el mundo, Willy Fog habría perdido la apuesta. Por mucho que cantara y tocara la guitarra, no ligaba. Lo hacían los satélites que tenía alrededor mientras yo cantaba por José Luis Perales.
- Ha ligado más Julio Iglesias aunque canta peor...
- ¡Dónde va a parar! La mitad de España es hija de Julio Iglesias y la otra, de Plácido Domingo. Y el Rey emérito también parece que estuvo por ahí.
- ¿No le han dejado ninguna herencia ni donación altruista?
- Quiero pensar que quizás Plácido... pero, ¡qué va! Tiene una voz mucho más bonita que la mía.
- ¿Cuándo fue la última vez que desentonó?
- ¡Uy!, cada día. Pero desde hace unos años tengo la capacidad para darme cuenta. Me encanta desafinar todos los días, porque vivir afinado aburre. Toco la guitarra y casi siempre la encuentro desafinada. Eso mola, porque está viva. Si estás muerto no hay desafinación posible.
El salvavidas del humor
- ¿Era de los que salían a cantar al balcón?
- He cantado en los balcones y también debajo. He recibido, incluso, bolsas de agua por cantar debajo de un balcón. ¡Y eso que ya cantaba medio bien!
- ¿Cómo se pasa de ser alguien con complejos en la infancia a dar charlas motivadoras?
- Siempre he sido el típico niño optimista que veía el vaso medio lleno. Veía una mierda y buscaba el caballo. En el confinamiento he aprendido a valorar las cosas simples. Mi 'Alhambra roja' de la una y media era felicidad, y solo es una puñetera cerveza. A través del humor lo he salvado todo. Era carne de acoso infantil en el colegio, pero lo vencí con la sonrisa y el humor. Mis conferencias son las experiencias de una vida en la que unas veces he triunfado y otras muchas fracasé. Yo he fracasado un montón de veces, aunque luego me he dado cuenta de que eran tropiezos y me han traído donde estoy. Y soy muy feliz.
- En la sociedad actual, ¿se grita más que se canta?
- Sí, y eso da mucha pena. Las redes sociales son un grito. La tipografía debería de ser siempre en mayúsculas, porque todo el mundo grita; no hay melodía y nadie canta.
- ¿Quién lleva en España la voz cantante?
- (Piensa) Iba a decir que los tontos, pero no me quiero meter en líos. Cuando nos ponemos, la voz cantante la lleva el talento que tiene esta tierra. Alucino cuando miro alrededor y veo a un niño de las Tres Mil Viviendas en Sevilla que hace unas bulerías con un trozo de madera. El talento es la voz cantante de nuestro país, pero no sabemos utilizarla.
- ¿Se puede cantar con mascarilla?
- Lo intenté en Ifema y me la tuve que quitar. ¡Se armó un pollo! Ahí te das cuenta de cómo grita la gente y juzga sin saber. A mí no me llamó ningún político, sino una amiga enfermera que se ha dejado las tripas en ese hospital para que pusiera algo de música. A veces buscamos la conspiración en todo. Volvería a hacer lo mismo. Me quitaría la mascarilla y estaría a punto de abrazar a esa señora. Cantar con mascarilla es un coñazo.
- ¿El público siempre lleva razón?
- No. No. ¡Noooooo! El público que va con la predisposición de disfrutar a un espectáculo siempre lleva razón. El que va a una ópera por aparentar, muchas veces, no tiene razón y juzga por lo que escucha del que tiene al lado. No siempre el público lleva razón. Creo. O no.
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