Así es el impresionante chalé de Mungia que Jota Peleteiro quiere vender

Jota Peleteiro quiere deshacerse del impresionante chalé que tiene en Mungia. El exfutbolista de Eibar y Alavés, entre otros, hizo vida en Bizkaia durante su etapa profesional y ahora lo hace a miles de kilómetros, concretamente entre los Emiratos y Arabia Saudí. Allí ha comenzado su carrera como empresario y la lujosa vivienda de Mungia empieza a ser una losa. Especialmente por su alto coste de mantenimiento.

Esta codiciada vivienda, de casi 3.000 metros cuadrados está rodeada de un esplendido jardín y cuenta con lujosas vistas panorámicas a las colinas. Construida hace treinta años, el inmueble cuenta con cinco habitaciones y cuatro baños, además de un solárium, una zona de hípica, una cuadra y una piscina interior con sauna. Todo ello rodeado de grandes zonas verdes.

El precio inicial de salida del chalé era de 2,9 millones de euros pero tras casi dos años en busca de ofertas, Peleteiro ha decidido rebajar el precio aún más y, según desvela 'Semana', ahora lo vendería por unos dos millones. El motivo es que el inmueble exige un coste alto en cuanto a mantenimiento.

La operación de venta la llevan varias conocidas empresas del sector inmobiliario. Según desvela esta revista, al exfutbolista le corre «prisa» deshacerse de la casa. El jardín exige un alto coste de mantenimiento y Jota Peleteiro, a pesar de que ha amansado una importante fortuna en el fútbol, está ya retirado y hace vida lejos de Bilbao.

Uno de los aspectos más atractivos de esta imponente vivienda de diseño vanguardista ubicado cerca de La Bilbaína, en Mungia, en su piscina. Mientras uno se da un chapuzón puede disfrutar de la panorámica de los montes vizcaínos. La piscina está integrada en una tarima de madera en pleno jardín.

Otros detalles de esta lujosa vivienda, situada en plena naturaleza y alejada del mundanal ruido, es que se intercalan paredes de hormigón, suelos y detalles de madera, una gran chimenea de mármol negra, enormes cristaleras que inundan las estancias de luz natural e, incluso, una pasarela acristalada suspendida sobre el jardín que da a la piscina.

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