Pues nada, que ha sido un gran año 2022. Lo dijo (tal cual) Ibai Llanos en Nochevieja. Y si Ibai Llanos 'dixit', no hay 'Pixie ... ni Dixie' que lo rebatan. Es lo que tiene el directo, que en noches como esa te hace confundir los cuartos con las campanadas. A Marisa Naranjo todavía le debe de estar martilleando los oídos el eco de aquel error. Y a Ramón García le recordarán en el año 2030 que dijera '¡Feliz 2020!' al comenzar 2022. Lo de Llanos en cambio será tomado como otra de sus genialidades. Cuando eres el rey de los 'streamers' tus gazapos engordan de satisfacción a tus 'fallowers'. Además, a la gente que está con una copa de champán, de cava o de sidra El Gaitero en la mano y a punto de engullir las uvas, le da igual lo que le cuenten.
A la gente lo único que realmente le importa en ese momento es saber qué lleva la Pedroche debajo de la capa. Y es curioso porque durante casi dos décadas a nadie le importó lo más mínimo qué llevaba Ramón García debajo de la suya... Eso sí, una vez 'descapotada' Pedroche, una legión de televidentes la abandonan para irse a comer las uvas a otro canal. Por ejemplo a La 1, que este año contaba con el enorme aliciente de ver a Anne Igartiburu tratando de hacer pareja con un Jacob Petrus subido a una peana que, aún así, por tamaño, parecía estar muy lejos de allí, acaso en Liliput...
Petrus debería aprender de Chicote. A él nunca le ha importado que la Pedroche le saque media cabeza. Y Pedroche, si quiere que la gente se coma las uvas con ella, tendrá que aprender a desvestirse en doce tiempos, un striptease a ritmo de campanadas. Por lo demás, eso de que ha sido un gran 2022, será en Twitch, donde todo va muy rápido, porque en la realidad analógica (donde vivimos la mayoría) a este año todavía le queda todo por demostrar.
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