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La experiencia «brutal» de Ion Aramendi y María Amores en RavioXO: «No me pareció tan caro»

La experiencia «brutal» de Ion Aramendi y María Amores en RavioXO: «No me pareció tan caro»

El presentador vasco y su mujer disfrutaron de la propuesta de uno de los templos gastronómicos de Dabiz Muñoz

Sábado, 18 de enero 2025, 12:17

Ion Aramendi y María Amores han celebrado el cambio físico del presentador vasco con un homenaje en uno de los templos del chef Dabiz Muñoz en Madrid: RavioXO, un restaurante con una estrella Michelin. «Qué cita tengo hoy. Madre mía», presumía la influencer en las redes sociales mientras su marido hablaba por teléfono al fondo. Bostezo incluido. Sus 'stories' se llenaron de imágenes de los diferentes platos que disfrutaron. Edamames, sopa, una especie de rollitos de primavera... Hasta unos extraños cubiertos.

«Fui una vez y me encantó. Es más barato que Diverxo. Me apetece muchoi probarlo porque es comida en casa que no vo a tomar jamás», adelantaba. Su crítica fue contundente al terminar: «Brutal». «Es una experiencia. Dabiz Muñoz es un cocinero increíble. Realmente es un genio. Yo le decía a Ion 'este señor cómo tiene tiempo de investigar todos estos sabores ajenos a nuerestra cultura mediterranea y ser empresario'», se sorprendía Amores.

La creadora de contenido destacaba que el chef «está encima de todo». «Reservó Ion a su nombre y nos pareció que nos estaban trayendo algún plato de más. Empiezas y no puedes parar. y nos trajeron uno 'de parte del chef'. Siempre ve quién reserva para tener un detalle. Y no es solo con los famosos. Me han dicho amigos que no lo son que a través de su Instagram veían sus gustos para tener detalles. Tener todo eso en la cabeza...», ensalzaba.

Amores asegura que DiverXO es brutal, aunque no ha acudido todavía. «Estuvimos en StreetXO y fue memorable. Siempre hemos querido volver». De RavioXO le impresionó la decoración. «Es muy bonito. Piensas que estás como en Tokio. El servicio es espectacular. Saben todo cómo se hace, te lo explican... es alucinante». En su opinión, a pesar de no ser «nada 'foodie'», «sabores que están fuertes, pero luego es suave cuando acabas de tragar. Empieza picante y termina siendo dulce».

Tomó de postre uno de los cócteles, una caipirinha que estaba «brutal». Y también abordó el precio. «No me pareció tan caro para lo que es, aunque no es para ir todos los días lógicamente. Eso es subjetivo y gente puede ofenderse si digo que 200 euros (entre los dos) es caro. Pedimos bastante bebidas y comimos mucho. En Madrid, te vas a tomar cuatro pintxos y te gastas 50 euros. Hay que poner en una balanza el tipo de experiencia y a qué precio», esgrime.

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