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A Pablo Cabezali, conocido en las redes como 'Cenando con Pablo', no hay restaurante que se le resista, independientemente de su precio. Así, el creador de contenido gastronómico ha estado en el local de Bad Bunny en Estados Unidos. Se trata de un asador japonés llamado Gekkō ubicado en Miami que el artista puertorriqueño abrió en 2022. Está en pleno centro, «hacen comida japonesa: sushi, wagyu y otro tipo de carnes... todo en un ambiente de postureo con música ambiente y hasta discoteca», detalla el influencer.
Ha empezado por un 'Wagyu crispy rice', o lo que es lo mismo, un nigiri frito con tartar de wagyu. Un plato de 34 euros que obtuvo la aprobación del influencer. «Percibo buena carne. Es meloso, se nota que es una pieza con suficiente infiltración», opina. Después pasó a los 'dumplings' de langosta, una ración de cuatro piezas a 36 euros. «Están muy logrados y saben un montón», asegura. La cena siguió con unos tacos y varias piezas de sushi antes de pasar a la carne.
@cenandoconpablo El día que me arruiné en el Restaurante de Bad Bunny: + de QUINIENTOS EUROS por cenar 🙃 He probado el Restaurante Gekko de Bad Bunny en Miami y sale muy muy caro. Está en pleno Downtown y hacen comida Japonesa: sushi, wagyu y otro tipo de carnes.. todo en un ambiente de postureo con música ambiente y hasta discoteca. ¿Saldré contento de haber comido aquí? #gekkomiami #badbunny #miami ♬ sonido original - CENANDO CON PABLO
'Cenando con Pablo' pidió el 'Ribeye', a 85 euros. «Es el lomo alto del chuletón», indica. «De punto me gusta mucho cómo está la pieza y noto un sabor de vacuno más joven, no como en España», añade. En esta ocasión, la propuesta se ganó alguna crítica por parte del comensal. «Hay partes que están más chamuscadas y le da cierto amargos al bocado», cuenta.
Llegó el momento de poner el broche a la cena con una suculenta oferta de postres, todos entre los 20 y 25 euros. Probó la tarta 'Banana pagoda' «que te preparan aquí delante de tus narices», explica. «Plátano y azúcar, en dos palabras, diversión garantizada», apunta. Finalmente degustó un segundo postre, la 'Lava cake'. El total de la cuenta ascendió a 514 euros, que incluyen 80 euros de propina. «Lo de la propina me parece mal que te lo impongan, pero se lo doy encantado porque me he sentido muy bien acogido. Premio por el buen servicio», añade. «Me voy con buenas sensaciones y os lo puedo recomendar si tenéis holgura económica para permitíroslo», concluye.
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