Aitana estalla contra la foto viral de su frente sin flequillo: «Sufrí bullying por eso»

Aitana Ocaña está envuelta en una nueva polémica aunque esta vez no es por la coreografía de un baile, sino por ser víctima de la nueva tecnología. Hace unos días, la cantante permitió a las cámaras de Vogue entrar en su camerino para inmortalizar cómo eran las horas previas a un concierto y el reportaje fue subido a redes sociales. El vídeo que más llamó la atención fue el de la sesión de peluquería. Aitana se había teñido de rojo abandonando el negro azabache y en ese momento tenía el flequillo cogido con pinzas a los lados, dejando así la frente al descubierto. La foto, según la cantante «editada», se hizo viral en las redes sociales.

La crueldad y el humor negro de muchos protagonizaron los memes en X, la antigua Twitter. Llegaron a comparar a el rostro de Aitana con personajes como Kiko Rivera, Aless Gibaja o Juanma Rodríguez. Hasta que ayer, la propia cantante explotó: «Se esta rulando una imagen mía que está editada, os recomiendo que si vais a juzgar algo sea algo real. También deciros que me hicieron bullying en el colegio por eso y a partir de ahí se me creó una inseguridad grande».

Los fans de la artista, como es habitual, llenaron el muro de su perfil social con comentarios de apoyo y cariño. Y horas después, Aitana volvió a mojarse en la polémica con una imagen de su frente al descubierto pero esta vez subida por ella misma. «Me siento segura a día de hoy, pero no manipuléis imágenes», zanjó.

El vídeo, de poco más de seis minutos de duración, fue subido hace dos días a YouTube por Vogue Spain pero ha sido en la plataforma de vídeos cortos de Tik Tok en la que ha terminado de explotar, cosechando más de 2,6 millones de visitas en menos de un día. Fue grabado antes de la edición sevillana de Alpha House, las fiestas que presentan la versión más bailable y nocturna de su último disco y que coincidieron con la celebración de los Latin Grammy.

La gira de Aitana ha estado marcada por la polémica. Antes de su foto sin flequillo, la catalana ya había recibido numerosas críticas por realizar una coreografía muy sensual. Muchos consideraron excesivos los movimientos de la artista sobre el escenario e incluso llegaron a insinuar en las redes sociales que estaba «enseñando el kamasutra a sus niñas de 12 años».

Fueron semanas de incertidumbre para la joven, que finalmente estalló en uno de sus conciertos. La artista de tan solo 24 años demostró tener una personalidad arrolladora. Antes de cantar el polémico tema, cogió el micrófono y se dirigió al público para lanzar un mensaje reivindicativo: «De la canción no os voy a decir nada, solo que en la vida os sintáis libres de hacer lo que realmente os dé la gana». También mandó un afectuoso saludo a su coreógrafo, Zzoilo, el hombre que diseñó cada paso del polémico baile, que incluso desde la televisión se vinculó con el consumo de pornografía entre menores.

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