Karapetian y las múltiples teclas del talento

El 'doppleganger' es un vocablo alemán para definir el doble fantasmagórico, en la mayoría de veces malvado, ese Mr. Hyde tan empleado en la historia de la literatura. En la música hay también al menos una decena de grabaciones que llevan ese título, seguramente la más conocida 'Der Doppelgänger', popularizada en una colección póstuma de Schubert. Yessaï Karapetian ha jugado con esa figura para la canción del mismo nombre que encabezó el repertorio de ayer en el concierto del Principal en una actuación de hora y media amena. Ese 'Doppelgänger', que llegó tras una introducción pausada y esperanzadora ('Dernier Madrigal'), dejaba clara la técnica del franco-armenio, con una velocidad sobre las teclas en la que parecía que otras manos le arrastraban.

También anunciaba el pianista presentando ante a todos sus compañeros que se trataba de un concierto en el que el saxofomista Pierre-Marie Lapprand, el bajista Marc Karapetian, el batería: Théo Moutou y el guitarrista Gabriel Gosse iban a tener su sitio. Aunque era el protagonista, hubo un turno para cada uno de ellos en el que nadie parece pedir permiso para sumarse a la atmósfera de cada canción sino que se acaban encontrando su hueco de forma naturalísima. Con zapatillas blancas todos y look deportivo todos, con Yessai algo más elegante de traje beige, en su segunda vez sobre un escenario en España alternaron el jazz más clásico con pequeños guiños a la música electrónica francesa –una de sus referencias–, al rock progresivo –su composición 'Invisible Moon' partió de imaginarse una melodía cantada por Thom Yorke– sin dejar de ser una actuación vibrante. Otro ejemplo del contraste entre la seriedad de la interpretación y el juego musical fue el cierre del concierto, cuando volvieron a salir tras la petición del público para tocar.

El tema elegido para la despedida fue 'CR7', abreviación del nombre y el apellido de Cristiano Ronaldo. «Dedicada, ya sabéis a quién...», dijo en inglés con una sonrisa. Justo antes habían invitado al escenario al saxto alto Eolo Andino, afincado en Vitoria, ennario para interpretar 'Don Carlos', una de las más aplaudidas junto al emocionante intervalo en el que conectaron 'Times', que le valió el premio Downbeat Student Music Award a la mejor composición original, a trío con la batería y el bajo, e 'Invisible Moon', la canción más emotiva y pegadiza del pianista de pelo alborotado que algunos salieron tarareando.

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