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Jorge Barbó
Jueves, 10 de julio 2014, 23:22
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Servir una cena para una decena de amigos es complicado. Dejar satisfechos a 40.000 comensales parece imposible. Pero no. A Franz Ferdinand, cabezas de cartel de la primera jornada del BBK Live, les ha bastado media docena de temas para dejar ahíto a un público que llegaba con hambre de buena música. En menos de un cuarto de hora han sacado de la cocina del escenario principal del festival y un 'Matinee' que ha encandilado al personal, un 'Right action' de su última rodaja que ha entusiasmado y un 'Do you want to' con el que la gente ha saltado de gozo. Eso los que han conseguido mesa en este restaurante de la buena música que es Kobetamendi. Los que se han quedado sin reserva están salivando cual perro de Pavlov a través de Twitter. "Apago Twitter. Cada tuit que leo sobre la que están liando Franz Ferdinand en Kobetamendi me enervo un poco más", aseguraba un usuario.
La banda de Glasgow iba a mesa puesta. Desde los, en teoría, más modestos fogones del escenario Heineken, Vetusta Morla han servido un apertivo de lujo con un Pucho destado. Frente a una parroquia más que entregada, han puesto en bandeja lo último 'La Deriva', combinando su 'snack' indie con temas de sus anteriores trabajos como ese 'La cuadratura del círculo' que ha satisfecho al gourmet más exigente. Antes, un entregadísimo John Newman, ese crooner moderno, propuso una terna de bocados en el que destacó ese 'Love me again', convertido en hit alternativo planetario, carne de radiofórmula. Todavía queda el postre que correrá a cargo de 'Phoenix' y un café con puro bien gritón a cargo de 'Crystal Fighters'. La digestión promete ser difícil.
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