
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ver fotos
«Qué maravilla, tío», «Están engrasados, ¿eh?», «Cómo se nota que han ensayado mucho», «A la vejez, viruelas», «Esta canción romántica la bailaba ... yo en todos los guateques», «No lleva peluca el cantante, es un tupé de verdad», «No usan teleprompter para las letras»... Esto comentaban los numerosos aficionados que llenaron el viernes por la noche la explanada de Mendizabala. El cabeza de cartel del Azkena Rock, The Stray Cats, habían superado todas las expectativas de público y las apreturas eran iguales a las vividas ante grupos como los Who o los Pearl Jam en el mismo escenario.
Y el concierto de 22 canciones en 88 minutos con dos bises también estuvo a la altura de la expectativas más altas. Era difícil que fallaran los cabezas de cartel de todo el 18º Azkena Rock Festival, Los Stray Cats, que la noche del viernes salieron a escena del escenario principal aún bajo la luz solar, puntualísimos, a las 21.45. Ya habíamos catado a Los Gatos Decarriados en un festival asturiano, en Gijón, en la plaza de toros, en el Crossroad, en 2004, cuando celebraban sus bodas de plata, y entonces nos dejaron noqueados por la calidad del sonido (en un trío, no lo olviden) y del cancionero (rutilante, variado y moderno a pesar de basarse en el rock and roll clásico, el de los 50).
Pero en Vitoria, en la gira del 40 aniversario, parece que su importancia ha crecido con el paso de estos quince años: la gente que se sabía las canciones era más transversl, no solo los rockers coreaban los estribillos y gruñían y maullaban cuando los arreglos así lo exigían. En Gijón nos sabíamos todos los títulos, pues los habíamos mamado, pero aquí nos dimos cuenta de la capacidad transversal de sus canciones, de lo grandes que llegaron a ser ellos, cuando les colocaron la etiqueta de punkabilly, pues pintas chulas siempre han lucido y en el Azkena lucieron glamour a pesar de las arrugas.
A Vitoria arribaron estrenando su gira del 40º aniversario. La cita del ARF era la primera de una gira euro-americana de 26 conciertos hasta el 31 de agosto. Había tres hándicaps. Primero, que el trío no estuviera del todo rodado, engrasado; no en vano apuró los ensayos en las jornadas previas en la sala Stage Live de Bilbao. Segundo, que la aportación de las canciones de su nuevo disco, '40', su primer álbum en 26 años, no igualaran el listón del rutilante setlist que descargaron en agosto de 2018 en Costa Mesa, California (y en verdad no todas las nuevas están al nivel de sus propios clásicos). Y tercer hándicap sería el mal recuerdo que dejó el propio Bryan Setzer, el guitarrista y líder de los Stray Cats, en su actuación en el mismo Azkena Rock Festival de 2011, donde lo mínimo que se pudo achacar fue el pésimo sonido.
Pero confiábamos en el trío original, no demasiado bien avenido: parece ser que Bryan no se lleva bien con el bajista, Lee Rocker, pero corramos un tupido velo. Mejor se lleva con el baterista Slim Jim Phantom, al que invitó al citado concierto de 2011. Así que confiados acudimos al gran encuentro que ha movilizado a toda la roquería nacional, pues el del ARF ha sido el único concierto felino en España. Este domingo estarán actuando en Birmingham, Inglaterra, país donde el trío neoyorquino se hizo grande. Como dijo al empezar un rocker: «Si ponen una bomba nos quedamos sin rockers en España. Se acaba la raza». Queda más bonito decir si cae un meteorito...
La masa tenía ganas de la descarga felina. Y Los Stray Cats cumplieron con creces, sin teleprompter y sin chorradas, aunque al final estiraron un poco ciertas canciones. Abrieron fuego con 'Cat fight', un rockabilly nuevo pero copiando su estilo, y continuaron con 'Runaway boys', paradójicamnte tan The Cure. Alternaron las viejas con las nuevas, el rockabilly 'Double talking baby' con la flamante y estilosa 'Threee time's a charm', la coreadisima y teatralizada 'Stray cat strut' (El contoneo del gato descarriado) con el countrybilly 'Mean pickin' mama', el celebrado mix en honor de Vincen y Cocharn 'Gene & Eddie' (Setzer haciendo un esforzado paseo del pato a lo Chuck Berry) con el R&R actualizado 'Cry baby'...
Siguieron con instrumentales, entre ellos el 'Misirlou' surfero dedicado a Dick Dale, hits totales e intergeneracionales como 'Sexy + 17', rocanroles cromados como 'Bring it it back again' o el inimitable 'Blast off' (y es que ellos son inimitables, y por eso más ridículo sonó la frase que dijeron antes en el mismo escenario los Living End, que ufanos se etiquetaron como los mejores émulos de los gatunos en toda Australia), el estirado 'Fishnet stockings' y dos bises, el primero con 'Rock this town' y el segundo con 'Built for speed' y 'Rumble in Brighton', remate de un show del que siempre nos acordaremos y del que ahora estarán hablando por toda Europa y América. Pues sí: en su nueva vida Bryan Setzer, Slim Jim Phantom y Lee Rocker darán muchas alegrías. Al menos lo que dure la gira.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.