Alfonso Santiago | CEO de Last Tour
«Tenemos muchas ofertas de otras ciudades, pero el Azkena no tiene sentido fuera de Vitoria»El organizador del mayor evento cultural de Álava no ve difícil alcanzar los 50.000 asistentes en el futuro. «Y ese no es su techo», calcula
A las 18.15 horas del próximo jueves, solo un cuarto de hora después de que se abran las puertas, el rock garagero y furioso ... de Txopet saldrá al escenario Respect en Mendizabala. Con ellos quedará inaugurada una nueva edición del Azkena Rock Festival, sin duda el evento cultural más grande, más relevante y con mayor impacto de todos cuantos se celebran en Vitoria a lo largo del año, y del que EL CORREO es medio oficial. Esos primeros acordes serán el fruto de meses de trabajo, del esfuerzo de un equipo de producción, de técnicos, de backlineres... Detrás de todo ese ingente tinglado, Alfonso Santiago (Balmaseda, 1971), el CEO de Last Tour. La vitoriana no es la única cita que la empresa organiza, qué va, pero sí una de las que tienen un significado más especial. «Cuando quería dedicarme a esto, el Azkena siempre fue el festival que soñaba con poder hacer», asegura.
- En la pasada edición del festival se alcanzaron los 48.000 asistentes. ¿Cuáles son sus expectativas para este año?
- Esperamos estar por encima de esas cifras. Hay un buen cartel y la respuesta del público está siendo muy buena.
- ¿Cree que es factible aspirar a alcanzar los 50.000? ¿Ese sería el techo del Azkena?
- Sí, creo que podemos superarlo. Pero no creo que sea el techo. No es un festival que crezca muy rápido, pero sí que es muy sólido y crece de forma gradual, a lo largo de los años se ha construido una amplia base de fieles.
- ¿Una afluencia más masiva le haría perder su esencia, ese carácter de festival cómodo y bien organizado que tanto se alaba?
- No creo que eso vaya a pasar. Vamos poco a poco, tratando de cuidar el festival, ampliando espacios y haciendo más cómoda la experiencia y tratando de preservar el espíritu.
- Trashville se ha consagrado como uno de los escenarios con más personalidad y más exitosos de la cita. ¿Han previsto ampliarlo?
- No, si lo ampliáramos es cuando seguramente se perdería esa personalidad. Lo que tratamos de recrear es el ambiente que se vive en una sala de conciertos. Si quieres ver algo de mayores dimensiones solo has de salir de Trashville y tienes tres escenarios que te ofrecen la otra experiencia.
- Con Queens of The Stone Age, Jane's Addiction, Band of Horses, Sheryl Crow... como grandes cabezas de cartel, ¿qué grupos de esos que aparecen en una letra más pequeña recomienda no perderse?
- Yo soy fan del Azkena, es donde me he formado en hacer festivales, es el festival que siempre soñé hacer cuando estaba tratando de poder dedicarme a esto. Lo más bonito de los festivales es dejarte llevar y descubrir cosas nuevas, dejarte sorprender por lo que no conoces o no sabías que existía. En un festival recomiendo experimentar, abrirte a nuevas bandas y nuevas sensaciones.
«Cada día es más complejo el mundo de la contratación de bandas internacionales»
- ¿Cuál ha sido la negociación más compleja de esta edición?
- No hay negociación fácil, cada día es más complejo el mundo de la contratación de bandas internacionales, pero este año hay cuatro que nunca han estado y llevábamos persiguiendo muchos años, que son Sheryl Crow, Jane's Addiction, Ty Segall y Glen Hansard.
¿The National? Algún día...
- En las quinielas para este año de muchos aficionados estaba The National. ¿Le habría gustado traerlos a Vitoria?
- Por supuesto, es una de las bandas que más he escuchado en la última década. Algún día…
- Uno de los petardazos musicales de este año es la banda Alcalá Norte. Cuando esto ocurre, cuando un grupo despega en tan poco tiempo, ¿con qué margen cuentan para tratar de fichar a una banda emergente para un cartel que se empieza a trabajar con tanta antelación?
- Normalmente cuatro o cinco meses tenemos prácticamente cerrado el cartel. El Azkena no es de 'hypes', es más de bandas con trayectoria. Si realmente son interesantes ya habrá años para incluirlos en cartel.
- ¿Qué opina de la polémica de Ticketmaster (el gigante mundial de venta de entradas, acusado de inflar los precios y acabar con la competencia)? ¿Les afecta?
- Todo lo relacionado con ticketing nos afecta, es parte de esta industria, y por desgracia parece que últimamente es un tema recurrente.
«Si tuviésemos más financiación, haríamos un festival más ámplio y con más actividades»
- Hablemos de dinero. El Ayuntamiento de Vitoria aporta 380.000 euros (379.999 para ser exactos). ¿Es una cantidad suficiente?
- Si tuviésemos más financiación haríamos un festival más amplio, más cómodo, más sostenible y con más actividades. Pero estamos contentos con el desarrollo y el crecimiento que le vamos dando. El apoyo del Ayuntamiento ha sido clave a lo largo de estos años.
- ¿Siente el apoyo de las instituciones alavesas?
- Sí, siempre ha habido buena sintonía, quizá hubo algunos momentos un poco más difíciles en el pasado, pero nada reseñable, simplemente pequeñas crisis de un proyecto en construcción. Compartimos objetivos y formas de llegar a ellos, eso siempre facilita el entendimiento.
- La organización de un evento tan potente requiere de la colaboración institucional. Este año su empresa, Last Tour, no organizará el Cala Mijas por los «reiterados y graves incumplimientos del contrato» por parte del Ayuntamiento de la localidad malagueña. ¿Fue muy duro tomar esa decisión?
- Construir eventos de estas características conlleva mucho trabajo, implicación y desgaste. Dejas mucho de ti en cada uno de ellos. Cuando llegan los problemas se sufre de una forma muy intensa, y cuando acaban de una forma tan dramática como Cala Mijas sufres mucho. En pocos años habíamos hecho un trabajo del que estábamos muy orgullosos y el final ha sido muy duro.
- ¿Se imagina el Azkena en otra ciudad que no sea Vitoria?
- No, no le veo ningún sentido. A lo largo de los años hemos tenido muchas ofertas de diferentes ciudades, pero nunca hemos puesto interés ni en estudiarlo.
«Un referente»
- Usted mismo cifró en «siete u ocho millones» el impacto económico del festival en la ciudad. ¿Siente que los vitorianos son verdaderamente conscientes de lo que supone que un evento de estas características se celebre aquí?
- En estos más de 20 años mucha gente de la ciudad me ha transmitido lo que significa el festival para ellos. Bien desde ese punto de impacto directo, de generar economía o desde el orgullo de tener un festival así en Vitoria. Cuando viajas y hablas de Vitoria, en muchos casos también se convierte en una referencia que aparece en las conversaciones. Creo que es uno de los eventos culturales con más calidad y personalidad del Estado.
«El festival es uno de los eventos culturales con más personalidad y calidad del Estado»
- ¿Cuánto tiempo hace que no asiste a un festival como 'civil', como un espectador?
- Pues en marzo estuve en uno, el Vive Latino de Mexico. Y en unas semanas espero estar en otro. Me sigue apasionando la música y me encanta ver cómo evoluciona y que hacen otros compañeros en otras ciudades o países.
- De los festivales de la 'competencia', ¿cuál cree que lo hace especialmente bien?
- Ahora me están llamando la atención los festivales de formato más medio o pequeño. Me gusta cómo lo está haciendo Vida, Ribera Sacra y siento un profundo respeto por todo el trabajo que lleva haciendo tantos años la gente de Ebrovisión desde Miranda de Ebro.
- Si pudiera tomarse un par de horas libres este año en el Azkena, con el móvil apagado, ¿qué concierto le gustaría disfrutar con un katxi bien frío?
- Me encanta Trashville, era ese espacio que siempre soñábamos crear en un festival. Ahí podría estar tomando cerveza hasta que me echasen del festival.
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