Comprender qué es la ansiedad para poder superarla

Gio Zararri es el pseudónimo de Sergio González de Zárate. No es médico ni psicólogo, sino un ingeniero informático que un día tuvo que hacer frente a un problema desconocido y encontrar un método que le hiciera superar la ansiedad para el resto de sus días. Escribió el libro 'El fin de la ansiedad' impulsado por la necesidad de compartir su proceso frente a la enfermedad y el mensaje que esta trajo a su vida. A través de sus redes, ha creado una comunidad de más de 150.000 suscriptores, comparte semanalmente información y herramientas para tratar con el trastorno de la ansiedad.

- ¿Cómo se adentra un ingeniero informático en el mundo literario?

Con ingenio. En Ingeniería, te enseñan a analizar las cosas y encontrar caminos lógicos para solucionar problemas. Hoy en día, se habla mucho de algoritmos, y, más o menos, de eso se trata. Un algoritmo es un conjunto de reglas definidas que permiten solucionar un problema. Siendo informático y habiendo padecido ansiedad durante algunos de mis años de Ingeniería, me di cuenta de haber encontrado un camino lógico, un conjunto de reglas que podían ayudar a muchas personas a superar la ansiedad y afrontarla de una manera más positiva. Fue así como un día, movido, en gran medida, por una ilusión que nació en mi desde niño por escribir un libro, decidí desarrollar este método para comprender cómo funciona la ansiedad y entender cómo es posible ponerle remedio.

- El éxito de ventas le motivó para divulgar todo aquello que iba aprendiendo por el camino hasta convertirse en coach y profundizar en problemas de ansiedad.

La mejor medicina para el miedo es la buena información y eso es a lo que intento dedicarme. Estudio, busco y pongo en práctica lo aprendido para intentar aportar cosas que funcionan ante los infinitos temores que supone vivir con ansiedad; e intento hacerlo todo de una manera positiva y proactiva ya que esta información, unida a un cambio en nuestra manera de observar el problema, son claves para superar esta o cualquier dificultad que podamos vivir.

- ¿Cómo empezó todo?

Todo empezó en mis años de universidad. Un problema desconocido que parecía poner en jaque mi supervivencia llegó a mi vida. No comprendía nada y eso lo hacía todo más difícil ya que la ansiedad se alimenta de miedos y si das de comer mucho a esos miedos, la ansiedad aumenta hasta tal punto de hacer de tu vida un verdadero infierno.

- ¿La ansiedad llega sin avisar o hay unos síntomas que la delatan?

Los estudios y la experiencia dicen que, normalmente, hay señales, indicadores que te advierten de que el trastorno está activándose en tu organismo. El trastorno de ansiedad supone vivir con el sistema de alarma de los seres humanos hiperactivo. Una alerta constante de que un peligro fatal está por venir. Puede ser de repente debido a traumas o experiencias muy negativas y fuertes que hemos vivido; pero, normalmente, en los tipos de ansiedad más comunes la ansiedad se va activando poco a poco, por distintos motivos a los que después deberemos prestar atención si deseamos superar este trastorno.

- En cada etapa de la vida, nos preocupan temas diferentes. ¿Cómo controlar esas preocupaciones y/o emociones?

Creo que más que controlar debemos entenderlas, darles su justo valor para no hacer entender a nuestro organismo que nuestra vida está en riesgo, cuando la realidad no es así. Si nuestra mente está constantemente evaluando experiencias normales como potenciales peligros fatales, es cuando podemos estar activando un trastorno como el de la ansiedad.

- ¿La ansiedad se manifiesta igual en una persona de 20 años que en una de 50 u 80?

Normalmente no, ya que la persona de 50 u 80 está más preparada para la vida y para afrontar las dificultades o problemas vitales. Además, es más que probable que estas personas hayan sufrido ansiedad como trastorno o, al menos, vivido períodos más estresantes y complicados. En los jóvenes, el mayor problema es el desconocimiento. Por ello, es mucho peor cuando el trastorno se da por primera vez. Nadie está preparado ya que es una experiencia tan 'irracional' y difícil de sobrellevar, que asusta mucho y eso provoca mayor ansiedad.

- Sobre todo, el desconocimiento de qué está pasando.

Síntomas extraños, pensamientos aún más extraños y notas que no tienes poder sobre tu mente y menos sobre tu cuerpo. Temes lo peor, sientes lo peor, y lo peor de todo es que el trastorno no se va por mucho que quieras. Cuando se activa el trastorno de ansiedad, normalmente, nos tocará vivir con él durante un mínimo de seis meses y habrá que trabajar duro y hacer muchos cambios para volver a estar bien.

- ¿Cómo ayudar a los niños y adolescentes para que aprendan a gestionar problemas de estrés y ansiedad y aumentar su autoestima?

Lo primero y fundamental es el conocimiento, la buena información. Cambiar miedo por realidad objetiva, cambiar preocupaciones por ocupaciones. Si comprendes qué es la ansiedad, identificas los motivos por los que esta llega a tu vida, entiendes cómo aceptarla y cuál es el proceso y las herramientas para superarla, estás más capacitado para afrontar este tipo de problemas o trastornos mentales. La gestión emocional y el desarrollo de una fuerte autoestima es fundamental no solo para vivir mejor, sino sobre todo para hacer frente a los problemas de la vida. Comprendiendo las emociones y sabiendo que no son otra cosa que indicadores de cómo apreciar la vida y afrontarla de manera más adecuada, los niños que después se harán adultos entenderán mejor cuál es ese camino lógico que les ayude a disfrutar más de la vida y dar el justo valor a las cosas. Por ello, la mejor manera de ayudarles es colaborar en el desarrollo de una fuerte autoestima y una buena gestión emocional.

- El primer paso es aceptar la ansiedad y escuchar lo que quiere decirte.

Así es. Reconocer que nuestro problema se debe única y exclusivamente a sufrir un trastorno de ansiedad es fundamental ya que sino no haremos otra cosa que preocuparnos por más y más cosas y llenar de más miedos y peligros nuestra vida. Soy de la idea, y en ello creo que mucho tiene que ver mis estudios de Ingeniería, que un problema solo puede superarse una vez lo entendemos al detalle. La ansiedad como trastorno siempre llega por algún motivo por eso hay que escucharla. Este motivo es propio y diferente en cada persona, pero siempre existen causas que debemos tener en cuenta para ir realizando esos cambios que necesitamos realizar hasta superar el problema.

- ¿Cómo funciona el cerebro para que nos haga estar así?

La ansiedad es una emoción buena que se activa para protegernos ante un posible peligro. Es el mecanismo de defensa más importante de los seres humanos que nos ha ayudado a sobrevivir durante los millones de años que llevamos sobre la tierra. Cuando nuestros antepasados tenían que vérselas ante el ataque de un tigre, la ansiedad surgía en ellos para ayudarles a afrontar la situación rápidamente, en automático, instigándoles a luchar o huir para ponerse a salvo. Cuando esto ocurre, el cerebro límbico o emocional comunica directamente con el cerebro más antiguo de todos que es el cerebro reptiliano, activando la ansiedad y sin tener en cuenta a la razón o cerebro racional ya que en estas situaciones pensar demasiado no sirve de nada. Si nos imaginamos ante una situación parecida a la que te contaba, ¿de qué serviría pensar en si el tigre es demasiado grande o no, en si podemos hacer esto o lo otro? Pensar solo ralentizaría nuestra reacción por lo que, seguramente, acabaríamos muertos. Para ello, se fue desarrollando este mecanismo, para que actuásemos de la mejor manera ante situaciones potencialmente mortales.

- ¿Por qué se activa esta ansiedad en la sociedad actual?

Hoy en día, los motivos por los que se activa esta ansiedad suelen estar más relacionados con motivos sociales, cambios vitales o problemas profesionales. Todo lo que tenga que ver con nuestra seguridad y jerarquía. Los motivos son muchos y muy variados, y nuestro estilo de vida nos hace vivir con ansiedad experiencias que, seguramente, nada tienen de peligrosas. Vivir con niveles elevados de estrés continuados, posibles peligros y experiencias complicadas, hacen nacer el trastorno de ansiedad. Cuando esto ocurre, nuestro cerebro desencadena los conocidos cómo síntomas de la ansiedad. Por ejemplo, la taquicardia ayuda a que llegue más sangre a nuestros músculos; la hiperventilación, los oxigena, y la tensión muscular, tensa estos músculos, con el objetivo de preparar al cuerpo para la acción. Todo tiene mucho sentido y no es otro que prepararnos para luchar o huir, aunque en la realidad de la persona con trastorno de ansiedad no existe ningún tigre ni peligro real.

- ¿Cómo actuar para tomar el control de nuestra vida?

No es fácil ni rápido. Si nos damos cuenta, por ejemplo, que ante cierto tipo de personas algunos síntomas aumentan y todo empeora, podremos entender que tal vez (al menos durante este período) ha llegado el momento de dejar de frecuentar este tipo de personas, o al menos darle menos importancia al modo en que nos afectan. Lo mismo sucede con cualquier experiencia, estímulo o sustancia que pueda activar en nosotros los síntomas de la ansiedad. Creo que una persona con ansiedad puede crecer muchísimo como persona y mejorar muchísimos aspectos de su vida. En este período, debemos actuar y cambiar. Debemos ponernos por delante del resto. Conocernos mejor. Saber qué cosas nos hacen bien y qué otras mal. Entender cuáles son los cambios que nuestra vida necesita y, sobre todo, ponerlos en práctica. Esta es la parte bonita de este proceso de superación personal. Una realidad que cuanto más observes y disfrutes más te ayudará a ir manejando y superando este período vital hasta convertirte en alguien más capaz y con más recursos para la vida.

En el libro 'El fin de la ansiedad', se mencionan ciertos trucos del durante.

Sí, los llamo así porque esos trucos o atajos los vas aprendiendo mientras sufres el problema, son mecanismos o herramientas que tienen mucho que ver contigo y te hacen el camino más fácil. Ante la ansiedad y sus síntomas, un truco o atajo que me ayudaba mucho a mantener el control cuando se activaban síntomas como la taquicardia o la hiperventilación era distraerme. En lugar de centrarme en esos síntomas y lo mal que me lo hacían pasar, comenzaba a mirar a mi alrededor para encontrar cualquier cosa en la que centrar mi atención. Por ejemplo, las matrículas de los coches me ayudaban muchísimo. Sumaba, restaba o multiplicaba sus números durante algunos minutos dándome cuenta pasado un tiempo que ya no sentía los dichosos síntomas o estos se habían reducido en gran medida. La respiración diafragmática, el deporte, ser más compasivo con uno mismo o las afirmaciones realistas y positivas de lo que estaba viviendo, hacían estos episodios de ansiedad más ligeros, mientras me daba cuenta de que, poco a poco, iba recuperando el control sobre mi cuerpo y mente.