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Las torrijas son un postre que se elabora con ingredientes básicos. J. F.
Tostadas de Carnaval con los cocineros más pequeños de la casa

Tostadas de Carnaval con los cocineros más pequeños de la casa

Te enseñamos cómo preparar este tradicional dulce con los 'txikis'. Pese a que hay tareas delicadas, también pueden participar en otras sin peligro y aptas para todas las edades

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Martes, 18 de febrero 2020, 22:30

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Es tiempo de Carnaval. En todas las casas donde hay un 'peque', desde primeros de mes se trabaja a marchas forzadas: que si buscar un disfraz, que si encontrar talla, que si ya no tengo, que si ponte a buscar el material, que si cose... y descose. Pero en estas fiestas no todo es transformarse en la princesa de Frozen, un pulpito con falda de tul o un clásico pirata con parche en el ojo. También se puede cocinar con los pequeños de la casa y enseñarles las recetas más tradicionales.

Una de ellas son las torrijas o tostadas. Se trata de un postre sencillo para un adulto y entretenido para un niño o niña, aunque siempre bajo supervisión y con mucha ayuda para algunas tareas como, por ejemplo, freír, quizá el momento más delicado del asunto. Si te animas, aquí te dejamos unas ideas para ponerte manos a la obra y compartir tiempo de calidad con los 'txikis'.

Las torrijas son un plato de ingredientes sencillos y que quien más quien menos tiene siempre en casa: pan, huevos, leche, azúcar, canela, limón y aceite. Así que no hay excusas. E, incluso, tiene una versión más ligera y saludable. Sigue leyendo, que te damos todos los detalles.

Ingredientes

  • Un litro de leche (puede ser de vaca o de origen vegetal).

  • 100 gramos de azúcar (se suele usar blanquilla, pero se puede sustituir por panela o azúcar moreno e, incluso, reducir a la mitad la cantidad si no somos muy golosos). Otra opción es usar miel o sirope de arce.

  • Una barra de pan duro. Puede ser de barra normal, integral o especial para tostadas o torrijas.

  • Un huevo.

  • Un palo de canela.

  • Un limón (su cáscara rallada o en trozos sin la parte blanca).

Lo primero que hay que hacer es infusionar la leche. Para ello, hay que ponerla al fuego y dejarla hervir con el azúcar, la canela y la piel del limón. Si optamos por rallarlo o por mondarlo como una patata, los críos lo pueden hacer sin problemas con la herramienta adecuada, el pelador, no con un cuchillo para evitar accidentes. En todo caso, lo que sí pueden hacer es remover la leche que tenemos al fuego hasta que la retiremos, con suavidad. Así evitaremos que se pegue. Una vez que rompa a hervir, dejamos cinco minutos y apagamos. Ahora tiene que templar para que podamos trabajar con ella.

Aprovechamos para preparar el pan. Es importante que sea duro o especial para este postre. Si queremos darle un toque más saludable a la receta, podemos usar integral. Eso sí, conviene no escatimar. Cuanta mayor sea la calidad, mejor nos quedará. Hay que rebanarlo, que es algo que podemos hacer los adultos mientras dejamos a los niños -depende de las edades, claro- que lo ordenen en una fuente.

El pan se puede mojar en la leche sumergiéndolo o regándolo, como en la imagen.
El pan se puede mojar en la leche sumergiéndolo o regándolo, como en la imagen. J. F.

Ya con la infusión templada o, incluso, fría, llega la hora de bañar el pan. Esto sí que lo pueden hacer los peques: la misión es que quede mojado, no empapado, sin que se deshaga. Es un vuelta y vuelta. Las volvemos a poner en otra bandeja hasta que tengamos el huevo listo. ¿Y de qué se trata? De batirlo, otra tarea para los 'txikis' que, también, puede pasar las rebanadas por él.

Llegados a este punto, llega el momento de cocinar las torrijas. Se pueden freír en aceite abundante, por lo que los niños deberán estar lejos de la sartén. Pero si queremos aligerar el postre, podemos hornearlas. Para ello, forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y las colocamos una por una. Metemos a 180 grados hasta que doren. Antes de sacarlas, miramos si por la cara que están posadas está dorada y si no, les damos la vuelta y las tenemos un poco más con el grill puesto.

Freír es una tarea delicada, no hay que dejarla en manos de los niños.
Freír es una tarea delicada, no hay que dejarla en manos de los niños. J. F.

Y listo. Ya solo quedaría acompañarlas de algo: en alguno sitios es helado, en otros, un almíbar ligero hecho con agua templada y miel (otra cosa que pueden hacer los niños) y si no queremos complicarnos, mezclamos un poco de azúcar con canela y espolvoreamos. ¡Están deliciosas!

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