¿Es la natación el deporte más completo para mi hijo?

Si los beneficios de practicar deporte en adultos son innegables, en el caso de los niños los frutos son todavía mayores. Evita la obesidad, mejora la forma física, previene enfermedades cardiovasculares y otras patologías como diabetes. Pero además desempeña un rol crucial a nivel psicológico, cognitivo y es una poderosa herramienta para sociabilizarse, para quitar miedos.

A medida que los más pequeños van creciendo las dudas se amontonan en las cabezas de los progenitores. ¿A qué deporte apunto a mi hijo?, ¿acertaré?, ¿lo dejará?. Son cuestiones a las que se enfrentarán los padres, sobre todo, en los primeros años. En la decisión suelen prevalecer los gustos de los mayores, el deporte que han practicado, pero también lógicamente la opinión de los más pequeños de la casa.

Fútbol, baloncesto, balonmano, gimnasia rítmica, tenis… Son algunos de los más populares y que más afición generan. Existen una infinidad de actividades que poder practicar y que además se pueden compaginar.

La natación es uno de esos deportes que mejor publicidad tiene. Por un lado, es imprescindible para que los más pequeños puedan meterse en la piscina y en la playa sin temor a un disgusto, y por el otro, es visto como un ejercicio de lo más completo. Pero, ¿son ciertos todos los beneficios que le acompañan?

Iván González, coordinador de deportes del colegio Mirasur School tiene claro que las alabanzas son pocas. “Es integral y favorece diversas funciones, tanto orgánicas como psicomotrices del ser humano, al implicar el funcionamiento de gran parte de la musculatura. Permite poder confirmar que es uno de los más beneficiosos para el organismo”, señala a EL CORREO.

Es una actividad esencial para el aprendizaje, puesto que influye en el desarrollo de las aptitudes psíquicas y neurológicas. Posee una serie de estímulos que ayudan a desarrollar habilidades motoras, afectivas y cognitivas en los primeros años y permite aumentar la autoestima y la confianza en sí mismo. Y por si fuera poco además cuenta con un valor añadido. “Una ventaja a su favor es que a diferencia de lo que ocurre con otros deportes se puede practicar a edades tempranas”, recuerda González.

Profesores comprometidos

Como en cualquier ejercicio físico la función del entrenador y de los profesores es esencial. Es el factor “más importante” del aprendizaje, apunta el especialista. “Su papel es esencial para explotar al máximo el potencial de sus alumnos, no solamente a nivel físico sino también biopsicosocial. En el caso de los entrenadores de natación, su rol principal radica en su habilidad para canalizar las emociones del alumnado hacia el logro de objetivos individuales”, insiste González. Sin olvidar que el propio adulto debe tener un “talento de liderazgo nato para motivar a su equipo y una constante curiosidad de actualización en temas de acondicionamiento físico y métodos de enseñanza”, apunta.

En opinión del coordinador deportivo, un entrenador para desarrollar su labor en correctas condiciones debe convertir el aprendizaje en diversión. “Su figura ha de servir como fuente de inspiración a los estudiantes, motivándoles a comprometerse con la disciplina, a llevar una vida saludable y a trabajar en equipo”, insiste el especialista. Y en el caso más concreto del profesor de natación debe saber comunicar a sus alumnos la importancia de “colaborar entre todos y abordar la competitividad desde un enfoque sano y necesario para el desarrollo emocional de los alumnos y de cara a mejorar su nivel académico y su futura vida laboral”. En definitiva, “la natación se ha convertido en un poderoso instrumento pedagógico, educativo y formativo que ayuda a promover y fomentar, en todos aquellos que lo practica, actitudes y valores positivos necesarios para la vida”, resume González.

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