Ideas para divertirse sin tocar los columpios

La desescalada, a punto de entrar en la fase 3, permite a los niños y niñas de Euskadi campar a sus anchas en la calle, aunque con precauciones para evitar posibles contagios. Tras permanecer más de un mes encerrados, los chavales disfrutan de las salidas a la llamada 'nueva normalidad', hasta el punto de que sus ansias de libertad les permite incluso acudir a la playa y disfrutar de un chapuzón, siempre bajo la atenta mirada de una persona responsable y guardando las distancias de seguridad entre los bañistas.

Los más jóvenes tienen permitido correr, saltar, montar en bicicleta…, prácticamente hacer de todo; eso sí, menos acercarse todavía a los espacios de juegos reservados en exclusiva para ellos en pueblos y ciudades. Durante la larga etapa del confinamiento, buscar la manera de entretener a sus pequeños dentro de casa y a ser posible sin tener que recurrir a las pantallas ha sido uno de los mayores retos a los que se han tenido que enfrentan a diario los progenitores.

Ahora toca tirar de nuevo de ingenio, ponerse a la altura de sus pequeños y recurrir unas veces a los juegos tradicionales y otras a actividades más modernas con fines didácticos. La calle se ha convertido en un espacio de ocio y esparcimiento diferente por el Covid-19. Estas son algunas ideas para disfrutar con los menores al aire libre en tiempos de coronavirus que nos proponen las agrupaciones de tiempo libre.

1. Saltar a la comba o a la goma ya sea de manera individual o en grupo.

2. Jugar al escondite. Otro clásico para poner en práctica en calles y plazas de nuestro entorno más próximo.

3. La Peonza. Puedes entretenerte muchas horas practicando hasta que se te de bien manejarla a tu antojo.

4. Rayuela. Un juego de toda la vida en la que sólo necesitamos una superficie lisa y una tiza para poder marcar en el suelo las casillas con números. Los niños aprenderán a mejorar su equilibrio y su coordinación con este entretenimiento.

5. ¿Qué tal si aprendes a hacer el pino en la pared? Una divertida actividad deportiva que debe practicarse, eso sí, con cuidado para evitar hacerse daño.

6. Cestas de la naturaleza. Un paseo por la naturaleza nos puede servir para recoger piedras, palos, piñas, conchas o frutos secos como nueces para crear dibujos, inventarnos cuentos o preparar comiditas para los muñecos. Crear formas con elementos de la naturaleza estimula la imaginación y se aprenden a cuidar del entorno medioambiental desde las edades más tempranas.

7. ¿Has probado a izar una cometa? Es otra posibilidad, que puedes construir además con tus propias manos y de la que también los mayores podrán ser partícipes y disfrutar con los intentos.

8. Hacer pompas de jabón. Hoy en día existen infinidad de maneras de crearlas. El reto consiste en conseguir que aguanten el viento y lleguen al suelo sin romperse.

9. Cuenta tus pasos. Anima a tus hijos a que midan los tramos de sus paseos diarios con pasos hasta una tienda concreta, el parque, la casa de los abuelos…

10. Dale forma a las nubes. Tumbados al aire libre esta es la mejor manera de echar a volar la imaginación. Las nubes adaptan las formas más inverosímiles y divertidas frente a los ojos de los chavales.