La clave de la armonía familiar: cómo evitar que el estrés rompa el buen ambiente en casa
Anna Morató, autora de 'De mayor quiero ser... feliz' publica su nuevo libro en el que da pautas para tener una buena convivencia en el hogar de manera divertida y para todas las edades
Leire Fernández
Viernes, 13 de junio 2025, 20:11
Anna Morató se ha convertido en todo un referente de la literatura infantil gracias a su colección 'De mayor quiero ser...feliz', que ha vendido más de 500 mil ejemplares. Ahora, la autora publica un nuevo cuento para enseñar a los más pequeños, y a los mayores, la importancia de llevarse bien en casa. 'Hogar, dule hogar', con un texto rimado e ilustraciones a todo color de Sara Porras, pretende hacer reflexionar tanto a los más pequeños de la casa como a los adultos, y promueve valores tan importantes como la empatía y la gestión emocional.
¿Cómo surgió la idea de abordar la convivencia familiar?
Es un tema que yo creo que a todos nos preocupa. El buen ambiente en casa es fundamental y como digo en el libro, no aparece mágicamente. Entonces, sin querer entrar en que siempre haya paz y armonía en el hogar, porque esto tampoco es real, sí que hay una serie de pautas y el ser consciente de que todos tenemos una responsabilidad. Que lo haya o no obviamente nos afecta positivamente o negativamente.
Tenemos la mala costumbre de volcar en casa la frustración que sentimos por cosas de fuera, ¿cómo lo evitamos?

Es complicado. En el cuento hay una ilustración muy gráfica que es un felpudo, ¿no? Y dice eso, ¿no? Hay que dejar fuera. Pero luego para mí son dos matices importantes. Hay que dejar fuera ese mal humor o esa energía negativa que podamos traer después de un día duro en el trabajo o en el colegio, pero en casa se tiene que poder hablar de esas cosas. Entonces, no es lo mismo escupirlo o vomitarlo a que nos sentemos a hablarlo. Y es lo que hay que entender. Puedes hablar y sacar estos temas. Porque al final estás en tu ámbito de confianza y te apetece explicar, no solo las cosas buenas también las cosas malas que te preocupan, pero el cómo lo hacemos es fundamental.
Y esto es como un hábito. Si cogemos ese hábito, es una forma muy buena de procesar y sacar nuestras emociones sin hacer pagar al resto de la familia de ello. Y si lo practicamos, cada vez nos es más fácil. Un día puntualmente, podemos perder los papeles, nos podemos enfadar más, pero que no sea la forma de sacar las emociones en casa.
Ese momento de pararse a respirar antes de empezar una discusión...
Exacto. Y también hablo, por ejemplo, del espacio. Hay momentos que es normal que nos cueste mucho controlar y en mi casa ya saben que si les miro con cierta cara tienen que dejarme porque si va a salir algo de mi boca, no va a ser bueno. Y lo mismo con nuestros hijos. A veces ellos necesitan su espacio igual que los adultos. Y así podemos evitar más de una discusión.
Muchas veces se dice que los niños en casa con sus padres es cuando peor se portan porque es con quien pueden soltar sin pensar en las consecuencias... pero es agotador.
Sí, sí, sí. Tienes toda la razón. Es agotador, pero volvemos a lo mismo. A lo mejor si encontramos momentos... Porque mientras todo va bien, pues todo va bien. Lo que pasa es que esas emociones de frustración o de problemas que puedan tener se van acumulando y estallan por cualquier otra cosa. Entonces hay que buscar momentitos, por ejemplo el del cuento es súper bueno para hablar de sus preocupaciones o para ir un poco descargando. Pero es verdad que es difícil y es parte de lo que nos toca a los padres, acompañarles en ese proceso.
¿Qué papel juega el respeto mutuo en la armonía familiar? ¿Y cómo se cultiva en el día a día?
El respeto es algo fundamental. Sin respeto es que me atrevería a decir que no hay ni amor. Es algo que hoy en día en esta sociedad se han normalizado muchísimas cosas, creo, donde hay ausencia de respeto. Pero si queremos que nuestros hijos respeten, nosotros también somos los que tenemos que dar ejemplo. No hablar con tono agresivo, no llamarles cosas feas en un momento de enfado, intentar mantener la calma... Y de hecho en el hogar es donde aprendemos a respetar a los demás.
Que no es fácil, como todo requiere esfuerzo, pero es fundamental que lo hagas. Porque además, cuando tú respetas a los demás, también eres el primer beneficiado, que todos nos respetemos, es una forma de todos contribuir de una forma positiva.
El estado emocional de los adultos influye muchísimo en el ambiente. ¿Qué errores cometemos los padres que pueden romper la armonía familiar sin darnos cuenta?
Pues yo creo que el tema de la gestión emocional. El no traer los problemas a casa, ese estrés que hay en la vida hoy en día, intentar, dentro de lo que se pueda, no meterla en casa también. Todo el tema de la frustración que es tan difícil. Al final los adultos tenemos que buscar alguna forma de gestionarla, haciendo deporte, meditando, descargando en una libreta, con cualquier tipo de apoyo de fuera,... eso es fundamental, porque al final somos los pilares en casa. Y de hecho yo creo que la gestión emocional en general es una de las asignaturas pendientes de la sociedad.
Cada vez más se está hablando de ello en las escuelas y los niños están aprendiendo de la importancia de entender, escuchar, poner nombre a nuestras emociones y saber qué hacer con ellas. Pero está claro que los adultos también tienen que aprender a hacerlo.
Al final nos estamos educando nosotros a la vez que a ellos...
Pues sí. Aquí también incluye mucho en cómo hemos sido criados, ¿no? Si no se han tenido referentes de cómo hacer una buena gestión de las emociones, ahora de adultos es nuestra responsabilidad aprender y hoy en día hay muchísima información, cursos, profesionales, igual que invertimos en personal training o en cualquier afición o hobby, pues también hay que dedicarle tiempo a aprender esto, que no es nuestro punto fuerte. Porque al final el primer beneficiado somos nosotros mismos y todo lo de nuestro alrededor.
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