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Consejos para conciliar familia y trabajo... ¡sin descuidar nada!
Concurso BBK Family

Consejos para conciliar familia y trabajo... ¡sin descuidar nada!

En España hay ocho millones de personas que hacen malabares para rendir en el trabajo y cuidar a sus hijos. Un descontrol que puede generar «estrés» con consecuencias a largo plazo, advierte la psicóloga Iratxe López

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Domingo, 27 de septiembre 2020, 02:51

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La mochila pesa. ¡Vaya que si pesa! Y no acabamos más que empezar a cargar con ella. La pandemia, con sus confinamientos selectivos, aislamientos, teletrabajo y abuelos 'alejados' de los nietos ha cambiado por completo el ya difícil equilibrio que existía antes entre el ámbito laboral y familiar, dos quehaceres que ahora están juntos y revueltos para hacer de nuestro día a día el más difícil todavía. Seguro que a ti también te ha pasado. No te asustes porque todos entramos en este estresante saco.

Que si conéctate al ordenador que tenemos una videoconferencia, que si atiende ahora a tu hijo porque se acaba de pegar con esa dichosa esquina de la mesa, que si (se suman más ingredientes al 'menú') encima estate pendiente de preparar también la comida… Y todo ello sin descuidar a nadie, que esto es como una torre en la que basta que tiemble una pata para que el resto le siga. Ah, y por si ello fuera poco, en este examen es diario, no se te ocurra suspender nunca. ¿Que me eche una mano un familiar? No se puede, porque quizá es una persona de riesgo. Que mi hijo y toda su clase están en casa porque ha salido un positivo... ¡¿y cómo hago para ir a trabajar?! Qué agobio. Pues en España hay ocho millones –se dice pronto- de personas que tienen que conciliar el trabajo y el cuidado de sus hijos (menores de 15 años). Quizá tú ya tengas alguna fórmula magistral para lograrlo y que sea de premio. Como las que están presentando -hay de plazo hasta el día 30- al concurso de la BBK, dotado con premios por valor de 6.000 euros y en el que participan ampas, organizaciones y empresas que aportan ideas para conciliar. Hasta ahora, ya se han interesado por las bases cerca de 5.000 entidades y agrupaciones. «Todas ellas están buscando alternativas más allá de extraescolares o flexibilización de horarios. De hecho, con la COVID 19, lo que proponen atiende también a lo emocional y buscan actividades que además ayuden a llevar mejor esta situación. Otras propuestas también tratan de cubrir las necesidades de familias monoparentales o monomarentales, ya que este año en algunos casos recurrir a la familia extensa es más complejo. También hay sugerencias muy innovadoras que incluyen las nuevas tecnologías para ayudar a la conciliación y otras que tienen que ver con la sostenibilidad y el medio ambiente», explican desde la organización del certamen.

Lo que está claro es que conseguir unos buenos hábitos y tener tus propios trucos te ayudará a vivir más desestresado, una de las principales consecuencias de no sobrellevar bien la conciliación. «En rasgos generales, lo más probable es que esta situación nos genere estrés. Es cierto que en pequeñas dosis puede ayudarnos a rendir mejor o motivarnos, pero si se alarga en el tiempo nuestra mente y cuerpo pagan un precio muy alto», advierte la psicóloga Iratxe López. Y esto podría afectar a nuestro estado de ánimo. «Podemos sentirnos más irascibles y llegar a tener dificultades para conciliar el sueño», explica. Así que ahí van algunas ideas básicas para que conciliar no nos pase factura. O, al menos, que no sea muy abultada.

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    Una ayuda externa

Siempre se ha dicho que uno solo avanza más rápido, pero que en equipo se llega más lejos, ¿verdad? Pues es justamente lo que ocurre con la conciliación. Una ayudita externa (familiar) puede ser la clave, algo que hace a menudo un millón y medio de personas de todo el país. Pero no todos tienen esta posibilidad: de hecho, en Euskadi algo más de la mitad de las parejas (52%) reconoce que no tiene a nadie de su entorno con quien dejar a sus hijos. «Con ayuda podemos sentirnos más liberados y con menos presión», apunta López. Unas condiciones que nos permitirán dar un mejor resultado laboral.

Si antes recurríamos a allegados o cuidadores en momentos puntuales, como la salida de las extraescolares o el colegio, ahora su aportación no solo nos liberará a nosotros, también al propio chaval. Hay que tener en cuenta que nuestros hijos si son jóvenes no podrán salir a la calle sin nuestra compañía. Y claro, estar todo el día en casa no es bueno para ellos. Menos aún si la atmósfera del hogar está cargada por el trabajo, ¡qué tensión! Por lo que ese apoyo del que hablamos les permitiría poder ir al parque a jugar y liberar así tensiones. Pero, ojo, los abuelos, al ser un grupo de riesgo frente a la Covid puede que ya no puedan echar una mano como antes.

Así que, si es posible, mejor intentar 'tirar' de personal contratado, familiares más jóvenes, de amigos... y repartir mejor las tareas domésticas y de crianza con la pareja, si es que se tiene. La organización debe ser muy muy férrea.

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    No fustigarse

Tenemos que tener una cosa clara: no estamos acostumbrados a teletrabajar. Aunque, como todo en la vida, nos hemos adaptado. «Cuando empezó la pandemia creo que no estábamos preparados, como es lógico nos pilló desprevenidos. Empresas y niños han jugado un papel fundamental para ayudarnos en esa adaptación», señala la psicóloga. Pero por mucho que nos faciliten la tarea, a veces uno no consigue cumplir los objetivos. «Es importante que nos preguntemos si los objetivos que nos habíamos fijados son realistas teniendo en cuenta nuestras circunstancias», aconseja la experta, ya sea sobre el cuidado del niño como con los laborales. Si trabajas fuera, lo mismo. No es útil fustigarse ante los imprevistos que puedan surgir. Hay que intentar tener un plan B o incluso C. Pero es imposible cubrir todas las posibilidades. Además, intentarlo es fuente de ansiedad. En situaciones de incertidumbre

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    Fijarse un plannig

Porque está claro que en el día a día no todo sale como lo hemos planificado, siempre surgen imprevistos, pero tener un horario fijado puede ayudarnos a cumplir con la mayoría de los deberes. Porque está claro que antes (en algunos casos más que en otros) nos llevamos de manera puntual el trabajo a casa. Pero es que ahora le abrimos de par en par hasta la puerta de nuestro dormitorio a esa carga laboral. Incluso de madrugada en algunos casos. Y claro, esto implica que no consigamos desconectar del todo del curro. La profesional recomienda que «por cada hora u hora y media de trabajo descansemos quince minutos».

Eso sí, «no todas las personas son iguales ni todos los trabajos tienen la misma carga», así que recomienda no fijarse unos ideales que no alcanzaremos porque «sentiremos frustración». ¿Y a qué deberíamos dedicar ese momento de relax? Pues lo deberíamos repartir entre aprovechar para desconectar un poco para recargar las pilas y echar un ojo a ver qué está haciendo nuestro hijo, si va todo bien. Un buen consejo que nos ayudará mucho: la noche anterior deja preparado, por escrito, tus objetivos del día siguiente. Así evitarás que tu cerebro esté dándole vueltas toda la noche. Escribir tiene ese poder: externalizas la tarea y la controlas.

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    Prepara un espacio de trabajo

Y si hemos movido la oficina a nuestra casa, habrá que preparar un espacio que nos aporte confort. Mucha gente aún teletrabaja o tiene la posibilidad de ir a la oficina o quedarse en su domicilio si es necesario (niños confinados, etc). Así que preparar nuestra casa nos ayudará. «Tendremos un mejor rendimiento. No es lo mismo disponer de una habitación en casa preparada como despacho que trabajar en la mesa de la cocina, donde posiblemente haya muchas más distracciones e interrupciones». Una situación «muy habitual en consulta», explica. Porque para empezar, nos entrará la tentación de hincar el diente a todo. Tener la nevera al lado nunca será una buena idea. La psicóloga recomienda, a la hora de preparar nuestra oficina, «coger todo lo que necesitamos y tenerlo al lado». ¿Y por qué? Te preguntarás. Pues el motivo es bien sencillo, porque «una vez acabada tu jornada laboral recogerás el espacio de trabajo. Este acto a priori parece insignificante, pero cierra la jornada laboral». Como cuando bajamos la pantalla del ordenador.

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    Planes en familia

Y claro, el hecho de 'apagar' el trabajo implica de manera directa que podemos dedicarnos íntegramente a nuestra familia y a nuestros hijos. Porque nuestros peques agradecerán que pasemos laaargas horas con ellos. Es necesario, hay que compensarles. Porque «una de las cosas más importantes es la parte emocional. Si tienes un rato puedes dedicarlo a hablar con él sobre cómo se siente». En este capítulo también es importante que fijemos algún plan en familia, como actividades o excursiones que sirvan de vía de escape para todos. De esta manera haremos un paréntesis del trabajo que tanto agradeceremos tanto nosotros como ellos.

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