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Los hermanitos recién llegados a Barrio Sésamo.
Muñecos de refugiados rohingyas

Barrio Sésamo, donde las marionetas enseñan las realidades más duras

El programa lleva poniendo en práctica esta manera de educar en emociones desde 1969 y ahora cuentan ya con dos marionetas inspiradas en niños rohingyas de los campamentos de refugiados en Bangladesh

elena sierra

Viernes, 15 de enero 2021, 09:05

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Todos los grandes artistas de la escena de otras épocas estuvieron más o menos ligados al mundo de las marionetas, de los títeres. Mediante este tipo de teatro se ha ido contando de todo a lo largo de la historia: desde el origen del mundo hasta las pequeñas anécdotas de un solo individuo, pasando por aventuras (o desventuras) que no escondían la crítica social. Como los muñecos no podían ser detenidos, se podían permitir decir cosas de lo más irreverentes en los peores tiempos. Hoy por hoy aun se hace, pero es más habitual que marionetas, guiñoles, máscaras y sombras expresen, desde su apariencia de inocencia, las emociones más universales ligadas a situaciones de actualidad para intentar explicarles a los más jóvenes cómo funciona el mundo. «El teatro es pequeño pero la emoción es más grande por la cercanía entre el títere y el espectador», como dice Marco, de la compañía Girovago y Rondella. O, en palabras de los artistas de Kulunka -los creadores vascos del montaje sobre Alzheimer que ha girado por medio mundo 'André y Dorine'-, «la máscara hace una conexión muy directa, los espectadores empatizan enseguida. No hay fronteras físicas ni emocionales para las máscaras».

Los de Barrio Sésamo llevan poniendo en práctica esta manera de educar en emociones desde 1969 y ahora cuentan ya con dos marionetas inspiradas en niños rohingyas de los campamentos de refugiados en Bangladesh. Más de un millón de personas de esta etnia, de minoría musulmana en Myanmar, han salido del país desde principios de los noventa, pero el gran éxodo se dio hace apenas cuatro años, cuando la violencia gubernamental obligó a más de 723.000 personas a buscar protección en el país vecino. Hoy, más del 40% de los habitantes de los campamentos son menores de 12 años y los gemelos Noor y Aziz, los nuevos personajes de Barrio Sésamo, son el homenaje que les rinde la serie -a iniciativa de la organización sin ánimo de lucro 'Sesame Workshop' como parte del programa Jugar para Aprender desarrollado con la ONG bangladesí BRAC, el Comité Internacional de Rescate (IRC) y Global TIES for Children de la Universidad de Nueva York-.

Noor y Aziz son dos nombres tradicionales del pueblo rohingya. En la ficción, serán protagonistas de cuentos y libros hablando su propio idioma; aparecerán también en vídeos sobre aprendizaje socioemocional, matemáticas, ciencias y salud en el canal de YouTube de 'Sesame Street International Social Impact'. Noor es «la chica segura de sí misma que cree que no hay un problema demasiado grande que ella no pueda resolver», que tiene «una profunda curiosidad por saber cómo funciona el mundo», según han explicado sus creadores en un comunicado. Y Aziz es «un intérprete y narrador natural, le encanta usar su imaginación para crear y recrear historias».

Los hermanos rohingya se suman así a un elenco que, a lo largo de las décadas, ha sido precursor en reflejar la divesidad social y cultural. 'Barrio Sésamo' fue el primer programa infantil en tener un elenco predominantemente de color, en poner en un papel principal a un personaje latino, en olvidarse de la segregación racial (un estado de EE UU intentó incluso detener su emisión por este motivo), en mostrar a mujeres solteras independientes y tratar, para el público infantil y siempre con el asesoramiento de especialistas para crear los guiones y los personajes, temas como el divorcio, la drogadicción, las casas de acogida, los atentados terroristas del 11-S...

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