Haré las cosas con absoluta humildad"Haré las cosas con absoluta humildad"Iñaki Azkuna
VIZCAYA 22M

El PNV mantiene su hegemonía en Vizcaya pese al empuje de Bildu

DAVID S. OLABARRI | BILBAO.
La coalición abertzale se sitúa como segunda fuerza con 12 escaños, el PSE se despeña, el PP se mantiene y EB y Aralar desaparecen
/especiales/elecciones/vizcaya/2011/archivos/201105/bilbaocoalaicion-670xXx80.jpg
José Luis Bilbao se dirige, en compañía de su esposa, a votar en su colegio electoral de Getxo. /Luis Ángel Gómez

Vizcaya sigue siendo el principal feudo electoral del PNV. Volvió a demostrarse en los comicios forales que se celebraron ayer. La formación jeltzale aguantó la irrupción de Bilbu, que se ha convertido en la segunda fuerza del territorio, y consiguió una holgada victoria con el 37,2% de los votos. Con un grupo juntero de 22 apoderados -uno menos que hasta ahora- José Luis Bilbao podrá volver a dirigir la Diputación en minoría, pero necesitará el apoyo de otro grupo para llevar adelante sus principales proyectos.

La cara más amarga de la noche la representó el PSE, que sufrió un auténtico descalabro: no llegó a los 100.000 votos -consiguió 33.000 sufragios menos que en 2007- y perdió 5 de los 14 junteros que tenía hasta ahora. El PP, en cambio, no consiguió rentabilizar en Vizcaya el espectacular ascenso que ha protagonizado en el resto de España, pero demostró que tiene un electorado fiel que se traduce en 8 representantes.

A pesar de que el PNV consiguió sumar 216.273 apoyos -7.000 más que en 2007-, su porcentaje de votos se ha visto menguado en unos 3 puntos. Esto se explica, en gran medida, por la eclosión de Bildu, que trastocará por completo el panorama político en las Juntas Generales. Para empezar, la entrada en escena de la coalición formada por EA, Alternatiba e independientes de la izquierda abertzale ha supuesto la desaparición de Ezker Batua, que mantenía 3 representantes, y de las cuatro formaciones que integraban el grupo Mixto en la Cámara vizcaína. Desde otro punto de vista, los resultados que Bildu cosechó anoche suponen un importante paso adelante respecto a la última ocasión en la que una marca de la izquierda abertzale participó con todas sus listas en unos comicios forales. Fue en 1999, cuando EH se situó como cuarta fuerza política con 102.000 votos y 9 escaños. Ahora, sus 12 apoderados -y 20.000 apoyos más- le garantizan un papel privilegiado en la política vizcaína.

Hecatombe socialista

En unas elecciones en las que la abstención se situó en un 36%, tres puntos y medio por debajo de la última cita con las urnas, el batacazo del PSE sobresale por sí mismo. Si en 2007 la formación que encabeza José Antonio Pastor cosechó casi la cuarta parte de los sufragios y se consolidó como la segunda fuerza con 14 junteros -3 más que en 2003-, en esta ocasión el partido socialista ha registrado uno de los peores resultados de su historia en Vizcaya. Una hecatombe que ha sido provocada en gran medida por la gestión que los gobiernos socialistas han realizado de la crisis y que destaca especialmente si se compara con los votos que reunió la formación hace sólo dos años, en las elecciones autonómicas que ganó Patxi López. Entonces, el PSE logró casi 178.000 papeletas. Ayer, no llegó a las 97.000.

José Luis Bilbao deberá volver a recurrir a la negociación para conseguir gobernar con tranquilidad en un escenario marcado por la desaparición de los partidos pequeños. Con menos actores en la Cámara, el juego de alianzas se simplifica, pero también será más complicado formar un Ejecutivo estable. Hasta ahora, el PNV se había apoyado en los tres junteros de EB para sacar adelante algunos asuntos importantes y había encontrado en Aralar un férreo opositor. Sin estos partidos, los jeltzales deberán recurrir a los grupos mayoritarios.

El PNV mantiene su hegemonía en Vizcaya pese al empuje de Bildu
José Luis Bilbao se dirige, en compañía de su esposa, a votar en su colegio electoral de Getxo. /Luis Ángel Gómez

Encuestas electorales 2011

¿Sabías que?

La frase del día

Vocento
rss
Elecciones 2007