Obituario Álava

Muere el alcalde de Lantarón, Javier Uriarte, de un infarto durante sus vacaciones en Egipto

«Soy consciente de que no van a votarme sólo a mí. Todos, tanto los vecinos que confían en mí como los que no, saben que durante mi mandato he sido una persona cercana, sensata y dialogante, que odio el insulto, la confrontación y las faltas de respeto», relataba el fallecido en una reciente entrevista con EL CORREO. Una forma de trabajar que los electores respaldaron el 28 de mayo con un 47,79% de los sufragios, que le sirvieron para sumar cuatro de los siete concejales que componen en pleno municipal.

«Javier representaba todo lo bueno de la política. Su único deseo era mejorar la vida de los vecinos de Lantarón. Para ello trabajaba sin descanso», destaca Ramiro González, diputado general en funciones.

Además de regidor y presidente de la cuadrilla no había dejado su puesto de empleo en factoría de Petronor, en la localidad vizcaína de Muskiz. «Había veces que le tocaba el primer turno de la mañana, por lo que tenía que despertarse a las tres o cuatro de la madrugada, recorrer 100 kilómetros, trabajar sus horas, volver a Lantarón, ocuparse de los asuntos del Ayuntamiento y luego retomar los temas de la cuadrilla», relata Javier Gallego, regidor de Ribera Alta. «Quedamos para comer y estuvimos largo rato hablando. Nada podía hacerme pensar en cuál iba a ser el desenlace diez días después», añade emocionado Eduardo Fernández de Pinedo, que hasta el sábado ostenta la 'makila' de Kuartango.

Javier Uriarte se reunió con el resto de alcaldes de la zona de Añana el 31 de mayo y precisamente les comentó que se disponía a viajar a Egipto junto a su mujer y unos amigos. Le apetecía mucho visitar el país de las pirámides ya que, al parecer, anteriormente habían tenido que cancelarlo. Precisamente, este lunes volvían a Álava. «Todos los años hacían un viaje por estas fechas para tratar de desconectar y olvidarse un poco de todo el estrés. Hace unos años, se fueron a Cuba», recuerda Amado Martínez de Iturrate (Ribera Baja Bizirik), que es vicepresidente de la cuadrilla.

«Siempre sonreía y se reunía con cualquiera para buscar soluciones. Daba igual qué hora fuese», comenta Juan Carlos Medina, alcalde de Añana y que conocía a Javier Uriarte desde sus años de juventud. «Era una persona tranquila, razonable y muy trabajadora. Era de esos que siempre te echaban un cable, pero que no se le caían los anillos por pedirte ayuda a ti», afirma la regidora saliente de Ribera Baja, Miren Santamaría.

«Es una gran pérdida», reconoce Aitor Abecia, el candidato independiente que desde 2007 ha sido alcalde de Zambrana y que, pese a no ser del mismo partido, ha mantenido una buena relación con Javier Uriarte.

Lejos de la política era un apasionado del fútbol. «Le conocían en toda la comarca, incluso en Miranda de Ebro, porque fue uno de los impulsores del club deportivo Lantarón y le encantaba formar a jugadores», apunta Martínez de Iturrate. Ese amor por el balompié se lo transmitió a su hijo que también fue entrenador. Además, era un auténtico forofo del Deportivo Alavés que había viajado por toda España siguiendo al equipo albiazul.