Sánchez cuestiona las encuestas que le perjudican el día que el CIS le da ganador

Aunque no calcula esta vez horquillas de reparto de escaños al ser menor la muestra que en el macrosondeo publicado la semana pasada, el CIS otorga al PSOE una clara victoria, a contracorriente de todos los demás estudios, incluido el de 40dB, que, con mayor o menor contundencia, coinciden en pronosticar el triunfo del PP este 23-J.

En concreto, el CIS sitúa a los socialistas 1,4 puntos por delante del PP en estimación de voto, con un respaldo del 31% para el PSOE y del 29,6% para los populares. Pero, además, a diferencia de la gran mayoría de encuestas publicadas, concede la tercera plaza a Sumar, con un apoyo estimado del 15,5%, casi cuatro puntos por delante de Vox, que, con un 11,7%, es la única fuerza de ámbito nacional que mejora sus resultados respecto a los dos últimos sondeos publicados por el CIS.

Aun así, el bloque de derechas, que en el resto de estudios demoscópicos o bien roza la mayoría absoluta o bien la rebasa, se queda, según Tezanos, a más de cinco puntos porcentuales (41,3%) del tándem PSOE-Sumar. Sánchez y Yolanda Díaz alcanzarían juntos el 46,5% y podrían así reeditar, gracias a la pléyade de fuerzas nacionalistas que apoyaron al Gobierno la pasada legislatura, su actual mayoría.

El sondeo, en todo caso, no recoge los efectos del cara a cara entre Sánchez y Feijóo en Atresmedia -el trabajo de campo se realizó entre el 30 de junio y el 5 de julio, antes de que comenzara la campaña-, que sí se han visto, con desigual efecto, en los diversos 'trackings' diarios publicados. Las estimaciones han oscilado entre un Feijóo disparado hasta seis escaños por encima de las jornadas previas al debate y la prudencia con que se conducen los propios populares que, para no desmovilizar el voto y rebajar la euforia que se ha apoderado de los suyos, hablan de una subida «sostenida» pero «moderada» de su sigla. El estudio de GAD3 para EL CORREO, por ejemplo, apunta a un nuevo trasvase de voto útil al PSOE procedente de las fuerzas que integran Sumar, mientras el bloque PP-Vox se mantiene inamovible en una cómoda mayoría absoluta.

El llamativo contraste de la tendencia general con las predicciones de Tezanos, que Feijóo fulminará de su cargo en una de sus primeras decisiones si es presidente del Gobierno según anunció él mismo, provocó una airada reacción de Génova, que criticó el desprestigio y la falta de credibilidad «del CIS de la mentira». Pero los populares tiraron de ironía y aprovecharon para insistir en la oferta que Feijóo trasladó a Sánchez en el cara a cara para que ambos se comprometan a abstenerse para dejar gobernar a la fuerza más votada entre ambas. «Pese a ir por detrás, mantenemos la oferta de hacer presidente a Sánchez si gana las elecciones. Sólo pedimos que si salta la sorpresa, él haga lo mismo», deslizaron con sorna.

No había atisbo de ironía, en cambio, en Sánchez cuando elogió la «transparencia» del CIS al publicar sus datos. «Yo le doy credibilidad a las encuestas que te dan la materia prima antes. Eso lo hace 40dB y el CIS», insistió, en alusión a la publicación de los datos de voto directo, sin 'cocinar', todo un dardo al resto de consultoras. «Esto es como 'Masterchef', le doy un plato pero le digo cuáles son los ingredientes», abundó el presidente del Gobierno, convencido de que sin las 'tripas' de la encuesta las estimaciones se convierten en un «ejercicio de fe». «Hay una ensalada de encuestas extraordinaria que son más un ejercicio de fe que un análisis científico. Nadie tiene el monopolio del acierto ni del error», zanjó.

El presidente busca así darle la vuelta al clima emocional de la campaña y volver a crear la sensación de remontada socialista. De que, en definitiva, hay partido. Aunque admitió que Feijóo le descolocó al utilizar un «tono bronco completamente distinto a lo que uno esperaba» que impidió hablar de las «cuestiones importantes», se mostró convencido de que ganará las elecciones. «Ese es mi 'plan A', el 'B' y el 'C'», insistió.