Elecciones generales
Euskadi apuntala a SánchezEl voto útil castiga al PNV en favor de un PSE victorioso. Bildu, en cambio, avanza al galope, logra el empate técnico con los jeltzales y ve premiada su apuesta por el bloque de izquierdas en puertas de las autonómicas
Olatz Barriuso
Domingo, 23 de julio 2023
Cuando en Madrid suenan tambores de giro a la derecha, Euskadi, tradicionalmente, se moviliza y lo hace además para frenar un hipotético Gobierno conservador en ... Madrid. Ayer, de nuevo, los vascos votaron masivamente en esa clave: más del 88% del voto emitido fue a parar a alguna de las fuerzas de la llamada mayoría de la investidura, o bien a las que han integrado el Gobierno de Pedro Sánchez -PSE y Sumar- o a las que lo apoyaron desde fuera -PNV y Bildu-. Y lo hicieron con más ganas que en los últimos comicios del 28-M, al reducir casi en siete puntos la abstención de entonces.
La pujanza del voto que buscaba la continuidad del actual presidente en La Moncloa tuvo su máximo exponente en la clara victoria del PSE, que no lograba la primera plaza en unas generales desde 2008, cuando los vascos acudieron a las urnas con el mandato de prorrogar una legislatura más la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas vascos hicieron una demostración de solidez. Capitalizaron el voto antiderecha que en 2015 y 2016 hizo ganador a Elkarrekin Podemos y aventajaron en más de un punto a los jeltzales, ganaron con rotundidad en Álava y fueron segunda fuerza en los otros dos territorios, en Bizkaia pisando los talones a un PNV claramente desfondado, capaz sólo de amarrar la victoria, y por los pelos, en su feudo vizcaíno.
Noticias Relacionadas
El PNV gana en Bizkaia pero PSE y EH Bildu le pisan los talones
El PSE arrasa en Álava, el PNV se hunde al cuarto puesto y el PP recupera su escaño
Bildu se consolida como primera fuerza de Gipuzkoa y el PSE-EE adelanta al PNV
Esa fue la otra gran noticia de la noche en Euskadi, donde los sondeos sí clavaron las previsiones: un triple empate a cinco escaños de PSE, PNV y Bildu, repunte del PP que recuperó su diputado por Álava y ascendió a dos y desplome de Sumar que, engullida por las otras fuerzas de la izquierda e incapaz de sobreponerse al voto útil, quedó por detrás de los populares y se desplomó de los tres diputados morados cosechados hace cuatro años a uno.
La papeleta jeltzale ha dejado de operar como valor refugio frente al ruido de la política española
Pero las cifras de reparto de diputados ocultan una realidad mucho más compleja. Porque lo que cuenta de verdad en estas generales son los movimientos en los porcentajes. Y las tendencias que esas porciones del gráfico de tarta marcan en puertas de unas elecciones autonómicas previstas en principio para junio de 2024, aunque, visto lo visto, y ya desde el pasado 28-M, empieza a cobrar fuerza en los mentideros vascos la hipótesis de un adelanto.
Especulaciones al margen, y descontando que unas elecciones generales nunca son estrictamente fiables a la hora de extrapolar resultados, sí hay una constatación difícil de rebatir. Mientras que el voto dual tradicional de estas citas y la extrema polarización política castigan duramente a un PNV que decidió no tomar partido estricto por ninguno de los dos bloques y que ayer prefirió no hacer autocrítica, Bildu en cambio no sólo sale indemne de unos comicios antaño incómodos para las fuerzas abertzales, sino claramente reforzada gracias a su inequívoca apuesta por el bloque sanchista.
Los datos hablan por sí solos: Sabin Etxea perdió 110.000 votos y ocho puntos porcentuales respecto a su rotundo triunfo de 2019. La papeleta jeltzale ha dejado de operar como valor refugio frente al ruido de la política española. Si ese voto transversal y masivo le permitió hace cuatro años aventajar a Bildu en catorce puntos, ahora le tiene ya no pisándole los talones sino literalmente enfrente. Y en la batalla por la influencia en las Cortes Generales, Bildu será esta legislatura el grupo abertzale más numeroso: seis frente a cinco del PNV al sumar su escaño en Navarra.
Inyección de moral para Bildu, que será esta legislatura el grupo abertzale más numeroso en Cortes
El 23-J logró lo nunca visto: un empate técnico entre las dos grandes siglas nacionalistas, toda una inyección de moral para los de Arnaldo Otegi a meses de las autonómicas y cuando la palabra 'sorpasso' empieza a adquirir contornos cada vez más nítidos. La coalición arrasó en Gipuzkoa, confirmó su penetración en Bizkaia y aventajó claramente en Álava a un PNV en cuarta posición.
Los populares lograron tomar algo de aire tras varios años en el córner y sin capacidad de influencia, mientras a Sumar se le antoja cada vez más difícil librar la batalla por despuntar como una izquierda útil.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión