«No creo que vaya a perder el escaño de Álava. Tenemos una base social sólida»

– En la campaña de abril dijo que no se fiaba de las encuestas y notaba espíritu de remontada. Perdieron 20.000 votos respecto a 2016.

– Hubo mucha gente que anteriormente nos había votado que optó por el PSE creyéndose su discurso de izquierdas, ahora no se produce esa situación. Pedro Sánchez ha dejado claro que mira hacia la derecha.

– Podemos ha pasado de 'rozar' el segundo escaño por Álava en 2016 a temer la pérdida de cualquier representación.

– Las encuestas siempre nos infravaloran. No creo que vaya a suceder. Tenemos una base social sólida.

– ¿Quién es el culpable de esta repetición electoral?

– Sánchez, que ha demostrado incapacidad y falta de voluntad por llegar a acuerdos. En todo momento, nosotros asumimos lo que nos reclamaban. Renunciamos a pedir 'carteras de Estado', nos comprometimos a no interferir en el tema catalán, Pablo Iglesias se descartó para formar parte de ese Gobierno... Fui parte de la comisión negociadora y contemplé cómo el PSOE no quería negociar. El relato que pregona Sánchez se basa en un marketing político que no se ajusta a la realidad.

– De haberse constituido ese gobierno, ¿Iglesias hubiese dicho que la sentencia del 'procés' «pasará a la historia como símbolo de cómo no hay que abordar los conflictos políticos en democracia»?

– Hablar de hipótesis es complicado. Nosotros hemos sido leales a nuestra palabra, lo demostramos tras la moción de censura y si nos comprometemos a no hablar de un tema... En todo caso, Iglesias no sería parte del Ejecutivo.

– ¿Qué opina de la crisis catalana?

– No estoy de acuerdo con la judicialización del conflicto, sólo ha servido agudizar el problema. Hay que buscar distensión y descartar de forma explícita el 155 u otro tipo de medidas extraordinarias para entrar en una vía de diálogo que busque una solución consensuada y vaya hacia una consulta de algún tipo en Cataluña que permita resolver esta cuestión.

– ¿Y si ahora fuese ministro, su nombre se barajó, se estaría mordiendo la lengua a este respecto?

– Yo soy leal y cumplo con lo acordado. Mi nombre salió a la luz pública por filtraciones del PSOE a los medios, yo jamás tuve esa ambición.

– ¿La vicepresidencia para Irene Montero seguirá siendo condición 'sine qua non'?

– Es posible un pacto PSOE-Podemos, pero no vamos a dar nuestro apoyo gratis. Tiene que existir compromiso con políticas de igualdad, sostenibilidad...

– ¿Y qué sucederá con el soterramiento del TAV en Vitoria si forman parte de ese Gobierno?

– Si tenemos influencia se hará incluyendo a Salburua y Zabalgana. El proyecto actual es insuficiente.

– ¿Aunque eso suponga retrasar la llegada del TAV más allá de 2025?

– A veces las esperas están justificadas. Para mí, el retraso o el aumento presupuestario no son razones para dejar sin soterrar dos barrios.

– ¿Es posible que dentro de seis meses haya otras generales?

– Espero que se pueda conformar un gobierno y para eso es importante que Podemos rebase la barrera de los 50 diputados. Y es que no hay que descartar un acuerdo PSOE-PP.

– Sánchez y Casado dicen que es imposible.

– No contemplan un gobierno de coalición, pero queda la posibilidad de que el más votado apele la abstención del otro, como ocurrió con Rajoy.

– También lo han descartado.

– Yo no les creo. El bipartidismo no ha entendido que es tiempo de pactos y gobiernos de coalición.

– ¿No teme que el voto 'indignado' acabe en Vox como sucede en la mayoría de Europa?

– Vox es el franquismo. La mano tendida del PP y Ciudadanos para pactar con ellos ha sido el abono para lo que ahora se observa. En el resto de Europa, las líneas rojas se trazan alrededor de la extrema derecha y aquí sólo existe la que el PSOE nos ha colocado.

– Los sondeos muestran desencanto con Podemos y Ciudadanos, que están lejos de cualquier 'sorpasso'.

– Pienso que, como mínimo, vamos a mantener los resultados de abril.

– ¿Qué queda de aquel Podemos de besos en el patio del Congreso y bebés en los escaños?

– La política hace que gente que comparte proyectos se separe por motivos ideológicos o personales. Estamos en una fase de consolidación e internamente estamos más fuertes.

– ¿Qué sintió cuando Íñigo Errejón le 'arrebató' Equo?

– Jamás creí en el proyecto de Errejón. Yo sigo en Podemos, el escenario de confluencia que en 2015 consideramos idóneo para desarrollar políticas ecologistas. Aun así, respeto la decisión de mis compañeros.

– Usted no era un militante más, fue 'padre fundador' de Equo.

– Es una decisión triste que el proyecto que montaste y al que has dedicado 10 años de tu vida tome una opción política que no compartes. Es una decisión que se toma en Madrid y afecta al resto de territorios. Podemos seguirá manteniendo esa 'pata' verde.