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Juan Mari Aburto y su esposa, Arantza, caminan por Avenida Madariaga ayer por la mañana.

La vida en dos calles de Deusto

Juan Mari Aburto aprovecha el recorrido para hacer la compra y atender a decenas de personas: futbolistas a los que entrenó, gente que pide cosas y señoras que le comentan cuánto ha adelgazado

Domingo, 19 de mayo 2019, 01:11

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En los actos de campaña, lo que suele importar son los proyectos, los compromisos, las propuestas para mejorar Bilbao, pero todo eso queda en segundo ... plano en cuanto Juan Mari Aburto atraviesa el umbral del Mercado de Deusto. Allí, las clientas y alguna tendera parecen centrar su atención en un solo rasgo del candidato del PNV: su silueta. «¡Pero cómo has adelgazado! ¡Si no te había conocido!», le suelta una señora, con mucho aspaviento. Y a continuación se vuelve, con aire de confidencia, hacia Arantza Díez, la mujer del alcalde: «¡Ya puedes tener cuidado con este!».

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