La «urgencia» de construir vivienda pública y apoyo unísono a conectar los barrios

Un debate intenso y lleno de propuestas, en el que los candidatos con representación a la Alcaldía de Getxo han compartido sus inquietudes frente a los principales problemas que sacuden el municipio, como son la carestía de la vivienda, la «urgencia» de conectar los barrios mediante un nuevo transporte público, el significativo índice de los robos con intimidación o el modelo de ciudad que necesita la localidad. Más allá de sus discrepancias políticas, el debate se ha desarrollado sin grandes sobresaltos, aunque sí con algún que otro choque.

Construir vivienda pública para frenar el éxodo juvenil ha sido uno de los puntos que más debate ha suscitado. Conscientes de que son numerosos los jóvenes que optan por emanciparse en localidades colindantes como Urduliz o Sopela debido a los altos precios del suelo en Getxo, Amaia Agirre (PNV), Eduardo Andrade (PP), Mikel Bildosola (EH Bildu), Carmen Díaz (PSE) y Xabier Benito (Podemos) han coincidido en la necesidad de poner en marcha políticas que reviertan la actual situación. El cómo ha sido lo que ha generado la crispación.

Mientras que la candidata jeltzale ha asegurado que el PGOU «es clave» para innovar en «nuevas tipologías de domicilios, como los pisos de alquiler, libres y colaborativos» y «ayudar a aquellos que se han ido a otros pueblos a volver», los partidos que conforman en la actualidad la oposición han aprovechado para recriminarle el «descontento vecinal generalizado frente al plan urbanístico propuesto». Andrade, que ha sido uno de los más críticos con el modelo de gestión del actual equipo de gobierno (PNV-PSE), ha afirmado que «si no hay vivienda es por culpa del Ayuntamiento», recordando que «hay más de 10.000 vecinos (el municipio cuenta con 75.629 personas censadas) que están en contra del documento y de los 200 desalojos forzados que se esperan».

Lo cierto es que el plan urbanístico, pendiente de su aprobación definitiva, ha sido la gran brecha que ha dividido a los cinco partidos. Pese a la convicción de Carmen Díaz por recordar que en los «últimos cinco años se han ejecutado 271 viviendas en régimen de arrendamiento social gracias a la gestión del consejero Iñaki Arriola», Podemos le ha recordado que «el PGOU propuesto sigue las antiguas políticas de construcción masiva que no sirven» y lanzó la posibilidad de declarar Getxo «zona tensionada después de que la vivienda suponga más de la mitad de la renta de una familia». Andrade le ha recriminado, en su turno de palabra, «no haber hecho nada en las parcelas vacías». El abertzale Mikel Bildosola, por su lado, abogó por «fomentar más viviendas en alquiler social» y frenar una propuesta que ha «movilizado a más de 3.000 personas y ha recibido más de 2.000 alegaciones».

A la pregunta de las periodistas de EL CORREO Olatz Barriuso y Marta Madruga, encargadas de moderar el debate, sobre qué medidas se han de tomar para conectar los barrios de Getxo, todos han coincidido en la necesidad de implantar un autobús urbano que llegue a las zonas más alejadas de las siete estaciones de metro con las que cuenta la cabecera de comarca. Han discrepado, no obstante, en cómo afrontar la movilidad urbana. Ante la propuesta del PNV, Eh Bildu, PSE y Podemos de sacar los vehículos de la ciudad creando espacios más amables para el peatón, el Partido Popular se ha comprometido a crear 1.500 plazas de aparcamiento más mediante la construcción de una decena de parkings. «El gran problema del comercio local es que la gente no tiene dónde dejar sus coches. Con la peatonalización de calles se han perdido más de 250 espacios que debemos recuperar», ha lanzado.

Los servicios sociales también han tenido su momento, sobre todo respecto a las iniciativas para promover un envejecimiento activo, un tema que ha hecho resurgir la polémica por el derribo de la Nagusien Etxea de Romo. En Getxo el 27% de su población es mayor de 65 años, lo que convierte este punto en una prioridad para los candidatos. Andrade definió la decisión de tirarlo abajo como «una injusticia», algo apoyado por Elkarrekin Podemos y Eh Bildu. «Derruir la Nagusien Etxea no solo fue acabar con el patrimonio histórico del barrio, sino también destruir un modelo de gestión que podría haber sido ejemplo en Bizkaia», ha enfatizado Benito. Asimismo, Bildosola ha apuntado que «los mayores de Romo demostraron que podían autogestionarse, que era una forma de vida, que crea una cadena de fuerza».

Las propuestas en esta materia son diversas. Mientras el PNV aboga por «trabajar en la intergeneracionalidad, acabando con los municipios segregados», el PP habla de crear un nuevo centro en Errekagane. Bildu, por su lado, apuesta por «crear centros de día en cada barrio», mientras que PSE lanza la posibilidad de transformar la gasolinera de Algorta en un edificio con bajos destinados para ellos. Podemos, finalmente, defender «expandir el modelo de la Nagusien».

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