
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
bilbao. Las infraestructuras aceleraron el ritmo del debate que los cinco candidatos a diputado general de Bizkaia protagonizaron ayer para ELCORREO. ¿Está justificada la ampliación de la Supersur? ¿Debería sufragar la Diputación parte del TAV? Fueron algunas de las cuestiones planteadas a los aspirantes al gobierno foral, que llegaron a la cita puntuales, sin ocultar su cansancio en la recta final de campaña. Preparados para defender sus posturas, pero sin estridencias. Con un tono respetuoso que sólo se volvió algo bronco al principio, cuando al hablar del empleo salió a relucir el cierre de La Naval, que la aspirante del PP, Amaya Fernández, no dudó en atribuir «al gobierno nacionalista, con apoyo socialista». «La Naval es un drama, pero la mayoría de los trabajadores están recolocados en Avantia, aunque no es bueno que hayan tenido que irse fuera», replicó Teresa Laespada, del PSE. «Eso es como decir que tener empleo, aunque sea en precario, es bueno», contraatacó Eneritz de Madariaga, la apuesta de Elkarrekin Podemos.
El bando crítico con la Variante Sur Metropolitana tomó pronto posiciones. «Es innecesaria», afirmó rotunda Bea Ilardia, de EH Bildu, que enumeró algunas necesidades «reales» de los vizcaínos, como el metro a Rekalde o Galdakao. Lo mismo hicieron las candidatas de la formación morada y del PP. «La Supersur sólo se usa cuando te equivocas». aseguró Fernández. Para rebatirlas, Unai Rementeria, echó mano de las cifras. «8,5 millones de camiones que ya no pasan por la A-8 y menos accidentes con muertos», destacó el diputado general y candidato del PNV a la reelección. «Nosotros también apostamos por el transporte público, por las líneas 4 y 5, pero tenemos que rentabilizar la Supersur y para eso hay que terminarla», cedió Laespada.
Amaya Fernández | PP
Los candidatos cogieron velocidad para hablar del TAV. Primero De Madariaga, para pedir al aspirante jeltzale «que aclare» si la Diputación «va a pagar o no». La cabeza de lista del PP después, para recordar que este proyecto «es cosa de otros, del Gobierno central y del Ayuntamiento de Bilbao». E Ilardia para defender que la alta velocidad «no es una necesidad imperante» de los vizcaínos. Rementeria quiso despejar las dudas: «La financiación dependerá de si con el soterramiento hay promoción económica o es solo un proyecto ferroviario». «El TAV es prioritario, lo necesitamos. Pero este es un problema de competencias, no de prioridades», añadió la candidata socialista.
Teresa Laespada | PSE
La inseguridad ciudadana alimentó las diferencias entre los partidos. Amaya Fernández no se anduvo por las ramas. «Nuestros pueblos son más inseguros que hace cuatro años. Y no valen ocurrencias, hacen falta más agentes», dijo. «No me parece que Bizkaia sea el Bronx ni un territorio inseguro», soltó la líder de EH Bildu, que apuesta por los «agentes de cercanía». Mientras, Eneritz de Madariaga abogaba por afrontar el problema «paliando la pobreza y la desigualdad, con servicios sociales que no dejen a nadie fuera».
Rementeria admitió «un repunte» de la delincuencia y advirtió que hay que estar «vigilantes». Pero insistió en que en Bizkaia, «con una tasa menor que en España y Madrid y en países como Suecia», la seguridad «es una fortaleza». Como también lo es la fiscalidad, que para el candidato nacionalista ha hecho del territorio «el más competitivo del Estado. Hoy los ayuntamientos reciben un 20% más de dinero que hace cuatro años», destacó. También Teresa Laespada puso en valor una reforma fiscal «pactada con nosotros, que ha elevado la recaudación». Pero las críticas arreciaron desde las filas de Elkarrekin Podemos, que demanda una reforma fiscal «más justa y progresiva», y la izquierda abertzale, que defiende «que pague más quien más tiene». El PP, por su parte, planteó nuevas medidas fiscales «para jóvenes, jubilados, autónomos y emprendedores».
Unai Rementeria | PNV
La aspirante de EH Bildu, el partido que se mostró más crítico con Rementeria cuando lanzó el famoso tuit que convirtió a un pescatero de Barakaldo en ejemplo a seguir por su maratoniana jornada laboral, no quiso hablar de él cuando la precariedad en el trabajo centró el debate. «El modelo que representa es habitual en Bizkaia. Hace falta industria avanzada y diversificar la economía para llegar con un empleo a fin de mes», apuntó, mientras Teresa Laespada apostaba por la «recualificación» de los trabajadores.
Bea Ilardia | EH Bildu
De Madariaga llamó la atención sobre el azote que las grandes superficies han supuesto para el comercio local y defendió la puesta en marcha de planes de fomento del empleo en las comarcas más castigadas. Como Amaya Fernández, dispuesta a declarar la Margen Izquierda «zona fiscalmente protegida» y a «replicar 'el efecto Guggenheim' que tuvo Bilbao». El actual diputado general volvió a los datos, a los «30.000 parados menos» que ha dejado la última legislatura y a las «2.800 cláusulas sociales para las empresas que quieran contratar con la Diputación». La mejora del empleo, advirtió, es cosa «de todos porque la normativa laboral se aprueba en Madrid», zanjó.
Eneritz de Madariaga | Elkarrekin Podemos
Los candidatos abordaron de refilón el asunto del turismo, un sector joven –«porque hemos pasado 40 años de terrorismo», recordó la líder popular– que todos los partidos quieren que crezca de modo «sostenible». Hablaron también de las ayudas, que la aspirante de Podemos entiende como «derechos, no como dádivas»; de los servicios sociales, «excelentes» para el PNV, y que pierden fuelle para el PP; del envejecimiento de la población y del valor de «la juventud acumulada», en palabras de Amaya Fernández. En algo coincidieron todos: Bizkaia es un territorio «vivo, activo. Es joven de espíritu».
Es tal el empacho de cifras que llevan los candidatos en la cabeza (y en los cuadernos) que a veces se atragantan. Y ponen y quitan ceros por error. Y de tres en tres. Le sucedió ayer en el debate a Eneritz De Madariaga (Elkarrekin Podemos) un llamativo lapsus a cuenta del dinero del fraude fiscal: 500.000 euros, dijo. Y es un pico, sí. Pero en realidad es mucho más: 500 millones de euros, le precisó así en bajito Unai Rementeria. La otra precisión se la dijo en tono más alto, a cuenta del rifirrafe por La Naval. De Madariaga debió hacer la cuenta a la baja porque, según la candidata de Elkarrekin Podemos, mantener el astillero abierto era cosa de 9 millones de euros. «Solo la suma de activos es más», replicó Rementeria.
Más información
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El humilde y olvidado Barrio España: «Somos como un pueblecito dentro de Valladolid»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.