Ortuzar: «Ha sido un claro aviso y tomamos nota para el futuro»
«Hemos sido la fuerza más votada en Euskadi, pero también ha sido un claro aviso y tomamos nota de cara al futuro. No ... es que los demás hayan subido, es que nosotros hemos bajado». El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, hizo este domingo autocrítica en su primera valoración de una jornada electoral que arrojó una fotografía inesperada para los jeltzales con un fuerte desgaste generalizado y con una notable pérdida de apoyos frente a Bildu en dos de las instituciones que han protagonizado buena parte de la campaña: la Diputación de Gipuzkoa y, en especial, el Ayuntamiento de Vitoria. Lo hizo en Sabin Etxea acompañado por otros dirigentes y candidatos en un ambiente menos entusiasta que el de otras ocasiones y entre evidentes gestos de preocupación.
Y es que el PNV ha sufrido un duro revés con una importante pérdida de votos en las capitales y en los tres territorios históricos que le obligará a buscar acuerdos que ni se imaginaba antes de que se abriesen las urnas. En Bizkaia, su gran bastión con Bilbao a la cabeza, pudo mantener el tipo a pesar del retroceso en toda la comunidad autónoma y podrá reeditar sus tradicionales pactos con el PSE para gobernar en la Diputación y en el Ayuntamiento de la villa con Elixabete Etxanobe y Juan Mari Aburto. Pero en las otras dos provincias el apoyo de los socialistas no será suficiente y necesitará al menos la abstención de una tercera formación política para asegurar la gobernanza.
En Gipuzkoa y en Vitoria, dos de los principales frentes en la polarizada batalla de los jeltzales durante la campaña por mantener su distancia con Bildu, los resultados han sido demoledores. Particularmente dura para el partido de Ortuzar fue lo ocurrido en la ciudad alavesa, en la que su apuesta por la exconsejera Beatriz Artolazabal no ha dado resultado y se ha convertido en la cuarta fuerza en porcentaje de papeletas por detrás de la coalición abertzale, el PSE y los populares.
Algo ha fallado en la estrategia del PNV en las dos últimas semanas para tratar de fidelizar el voto de los comicios locales y forales de 2019 y atraer además a los jóvenes y a los indecisos. Incidir en la gestión y el descarnado cara a cara con la izquierda abertzale no sólo no movilizaron a los potenciales electores sino que les hizo quedarse en casa e incluso decantarse por otras siglas. Con pequeñas variaciones, la abstención se movió en torno al 40% y, según el análisis de la formación jeltzale, la baja participación fue determinante para que los ciudadanos no eligieran las papeletas del PNV con la misma frecuencia que hace cuatro años. «Abriremos una reflexión que debería ser general en todos los partidos».
Los peneuvistas han perdido en Bizkaia 50.000 votos en Bizkaia, cerca de 25.000 en Gipuzkoa y más de 10.700 en Álava. En Bilbao han pasado de 71.000 a 54.000.
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