Etxebarria apela a tender «puentes» y huir de los «frentes»
Los socialistas, con la presencia de Zapatero, se reivindican como la alternativa «estable» a los nacionalismos
El PSE quiso dar un golpe de efecto en el arranque de la campaña con la presencia del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas se reivindicaron como la «alternativa estable» ante el «nacionalismo y los extremos». Su candidata a la Alcaldía, Maider Etxebarria, apeló a la «política de puentes» para huir de los «frentes», donde situó sobre todo a EH Bildu y al PP. Sin embargo, también cargó contra el «continuismo del PNV», al ver a Beatriz Artolazabal como la «sucesora de Gorka Urtaran».
En su acto de carácter político más marcado, síntoma evidente del inicio de la carrera electoral, el PSE fijó su apuesta en hacer una ciudad «más industrial, atraer inversiones y defender al comercio». Sin embargo, la candidata a diputada general, Cristina González, también apeló a la «justicia social», algo que, según afirmó, «irrita a la derecha». «Hemos puesto Álava patas arriba con ofertas de empleo público, haciendo carreteras, con récords de turismo, mejorando el empleo... Hemos modernizado el comercio, multiplicado el deporte base, colaborado con la industria y la logística», enumeró la actual teniente de diputado general.
El acto, celebrado en el Palacio Europa, estuvo marcado por las reivindicaciones de los socialistas y en su «gestión» durante los cuatro últimos años. «Hemos demostrado que somos capaces de llevar a cabo una gestión rigurosa, responsable... Ahora queremos dar un paso más», aseguró Etxebarria, quien volvió a abanderar el término del «cambio tranquilo» tras compartir gobierno con el PNV en el Ayuntamiento.
Etxebarria hizo un llamamiento a los barrios de «alma obrera, que han hecho posible que Vitoria cambie», y que ahora «tienen la posibilidad de volver a hacer historia». La candidata a alcaldesa aseguró que su propuesta «se centra en lo importante y en buscar soluciones».
González, que anunció «300 medidas» que transmitirá durante la campaña, afirmó que Álava tiene por delante «retos de una magnitud enorme», y que «el socialismo es insolvente» para resolverlos. «A los grandes problemas les sobran las fronteras. La mirada corta es una reliquia del pasado y con aroma a rancio», sentenció la candidata foral, con lo que también señaló al PP.
Los dardos al nacionalismo resultaron más presentes que en otras ocasiones, tal y como lo dejó patente Eneko Andueza. El secretario general del PSE quiso desmarcarse de la «lucha entre dos» que suelen reflejar las encuestas, a las que acusó de «tener siempre un interés detrás». «Estas elecciones no van de una competición para ver quién es más nacionalista. Mientras ellos se pelean, nosotros vamos a lo importante», dijo Andueza, quien enumeró la subida del salario mínimo (SMI), las pensiones y «fomentar la movilidad a través de descuentos».
El PSE puso a varias de sus figuras más representativas en Vitoria al inicio de la campaña ante lo igualados que se presentan los comicios en la capital alavesa. El portavoz de los socialistas en el Congreso de los Diputados, Patxi López, cargó contra «aquellos que quieren una campaña de descalificaciones e insultos», al considerar que «no tienen ideas». El antiguo lehendakari tampoco dejó fuera de las críticas a Podemos, con quien gobierna en coalición a nivel nacional. «Somos la izquierda transformadora de este país. Algunos son unos recién llegados que dicen ser la verdadera izquierda. Son una cosita. Nada saldría adelante sin los diputados socialistas», concluyó.
Zapatero pide «más reconocimiento del dolor injusto»
El pasado de la «violencia y el terrorismo» tuvo una amplia presencia en el discurso de José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente del Gobierno pidió «más reconocimiento del dolor injusto» a EH Bildu, unas palabras similares a las que pronunció Iñigo Urkullu hace sólo unos días. «La democracia es paciente y será generosa», invitó Zapatero. El expresidente también pidió más «sensibilidad frente a la hipocresía», aunque en esta ocasión el destinatario fue el PP, en relación a la leyes de vivienda y, sobre todo, a la interrupción voluntaria del embarazo.
