Talento para la competitividad

Por otro lado, la reducción de la inflación y de los tipos de interés, con un IPC previsto para el 2025 de en torno al 1,8%/2%, pueden impulsar la inversión empresarial. Contamos con un tejido empresarial mayoritariamente pyme, con altas capacidades técnicas, sólida base industrial (24% PIB) y un alto componente innovador. Así como considero que tenemos una cultura empresarial impulsada por empresarios que debemos cuidar y potenciar, considero también que debemos fomentar la cultura financiera como sinónimo de competitividad y de fortaleza.

Hoy en día que hablamos de IA generativa, con perspectiva de futuro debemos garantizar la cultura del dato, como base para cualquier avance que deberá llegar. Hoy, ante cualquier proyecto empresarial tenemos dos 'drivers' decisivos: los avances tecnológicos y la transición hacia una economía con un nuevo modelo energético, sin olvidar la cultura financiera que actúa de eje transversal. Europa y por ende nosotros, nos lo jugamos todo en esta partida. Acertar con las decisiones, incluidas las financieras, será clave. Debemos incluir el vector financiero en la toma de decisiones, en empresas buenas y en las no tan buenas.

En este contexto, saber maximizar nuestro talento individual y atinar con la inclusión del talento externo, será absolutamente decisivo. Las empresas que desarrollen esta estrategia harán un mejor y buen uso de la tecnología, serán más resilientes y acertarán con su sostenibilidad financiera, ambiental, social y de gobernanza.