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La voz de María Callas, de Luciano Pavarotti o Montserrat Caballé ha resonado entre las paredes de un edificio histórico de Bilbao que este martes ... acoge a casi 200 personas. Son los empleados, en su mayoría ingenieros, que Zelestra tiene en Euskadi, además de otros 800 por todo el mundo. Es la compañía fundada por los empresarios vascos José Galíndez y Pablo Burgos con el nombre de Solarpack y que fue adquirida por el fondo de inversión sueco EQT en 2021. Este martes, su consejero delegado, Leo Moreno, ha inaugurado la sede en el Edificio Coliseo Albia con la presencia de la diputada general de Bizkaia, Elixabette Etxanobe, que ha reconocido el hecho como una apuesta por el «arraigo, el talento y la sostenibilidad». El propio Moreno, ha insistido en que con la sede se quiere demostrar el «compromiso con el País Vasco de la empresa», donde nació hace 19 años.
Zelestra, aunque se creó enfocada en la energía fotovoltaica, ha abierto su campo de operaciones a la eólica, el hidrógeno verde y las baterías –de ahí el cambio de nombre–. La compañía desarrolla todo el proceso, desde la identificación de los emplazamientos de los parques, su desarrollo, diseño, construcción, gestión y mantenimiento, hasta la venta de energía. Una labor con la que ha prevé desarrollar este año 1.500 MW de potencia de instalada, cinco vences más que los 300 MW de 2023. Entre las acciones destaca la puesta en funcionamiento del primer parque eólico, en India. Los planes de la compañía pasan, además, por una fuerte inversión de 5.000 millones para desarrollar un total de 9.000 MW de potencia en 2026.
El modelo de negocio apuesta por la firma de contratos PPA –acuerdos con el cliente final para venta de energía a largo plazo– centrados en grandes consumidores, como grupos industriales o centros de datos. Desde la adquisición por 880 millones, la empresa ha crecido en facturación pasando de los algo más de 100 millones de 2021 a los 400 con a los que espera elevar las ventas este ejercicio.
Zelestra está centrando la construcción de infraestructuras en España, Italia, Alemania, Estados Unidos, India y Latinoamérica. La llegada de Trump a la Casa Blanca «no cambiará las inversiones y la demanda» en energía renovable, según explicó el propio Moreno, que insistió en que la demanda de grandes clientes seguirá creciendo allí, entre otras cosas, gracias a los centros de datos. El máximo dirigente de Zelestra estuvo al frente de la división de renovables en Estados Unidos de una de las principales energéticas internacionales, AES. Además, presidió la asociación de compañías de energía verde del país norteamericano.
La compañía se expandirá también con las baterías, para las que ultima una planta de 1GW en Chile. A diferencia del sector, que atraviesa problemas para rentabilizar las grandes inversiones por la caída del precio de la luz, Zelestra puede apoyarse gracias al músculo financiero que ofrece el fondo EQT. Según explicó Moreno, el inversor institucional cuenta con una cartera en gestión de 240.000 millones. Zelestra ha elevado su endeudamiento hasta 651 millones y financiará la inversión con las ventas a clientes en un 70% y el resto con deuda corporativa y capital social.
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