El vino y la aeronáutica vasca se juegan más de 270 millones por los aranceles de Trump

En el caso de Euskadi, la medida afectará a dos importantes sectores, como son el de los fabricantes de componentes de aeronaves y al vitivinícola, centrado especialmente en los vinos de Rioja Alavesa. Respecto al primero, según la última memoria del clúster Hegan, el pasado año las alrededor de 60 empresas aeronáuticas vascas que lo conforman exportaron piezas y servicios de ingeniería a EE UU por 245 millones de euros, a lo que habría que añadir las exportaciones indirectas, es decir, las ventas que los miembros de Hegan realizan al consorcio europeo Airbus y que éste, a su vez, vende a aerolíneas estadounidenses. Por su parte, las ventas de vinos alaveses al país norteamericano ascendieron a 25,3 millones de euros, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Y aquí también habría que añadir el valor, no cuantificado por sus respectivos consejos reguladores, de las exportaciones de txakoli tanto guipuzcoano (270.000 litros el pasado año) como vizcaíno (algo más de 29.000 litros).

De esta forma, y si las cifras de exportaciones fueran hoy por hoy similares a las de 2018, más de 270 millones de euros producidos por estos dos sectores estarían en juego por los nuevos aranceles de Trump.

No obstante, ni desde Hegan ni desde las principales empresas aeronáuticas vascas quisieron hacer ayer ninguna valoración sobre el impacto que la tasa anunciada por EE UU puede tener en su producción y en sus cuentas, más allá del hecho evidente de que uno de sus principales clientes, como es el mercado estadounidense, «se encarezca de un día para otro, no es una buena noticia». La postura adoptada por el sector aeronáutico parece ser, de momento, la de esperar y ver.

Donde sí hubo reacciones nítidas fue en el sector vitivinícola. Y es que en plena vendimia y cuando los viticultores están más preocupados de que no llueva y acompañe la meteorología, de que la uva mantenga la calidad o de la reducción de la cosecha, una decisión tomada a 6.000 kilómetros de distancia amenaza al motor económico de Rioja Alavesa. La imposición norteamericana de un arancel del 25% a los llamados 'vinos tranquilos' -los de menos de 14 grados sin burbujas ni los 'generosos' (fino, amontillados, manzanilla...)- procedentes de España, así como de Francia, Alemania y Reino Unido, coloca en una situación «complicada» a las bodegas vascas.

«Puede ser algo terrible, porque alguien tiene que soportar esa subida», señaló la gerente de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), Inés Baigorri, que lamentaba que esta noticia llegue en un momento en el que EE UU «cada vez tiene más importancia para nuestras bodegas, que están haciendo esfuerzos para llegar a ese mercado y donde nuestros vinos están muy bien posicionados porque se valora el 'terroir' de Rioja Alavesa, los vinos equilibrados y afrutados y las pequeñas bodegas como las nuestras».

EE UU es, tras Reino Unido, el segundo mercado en exportaciones de vino del territorio y las ventas a aquel país entre enero y julio pasados ascendieron a 11,8 millones de euros, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio. «Es el principal consumidor de vino del mundo -para España fue el año pasado el cuarto destino de las exportaciones en valor- y este arancel puede suponer un retroceso importante para las ventas», reconocía Javier Ruiz de Galarreta, presidente de grupo de bodegas exportadoras de Rioja Alavesa (Araex).

Los 6,52 euros por litro de vino que es el precio medio de venta de la DOC Rioja a EE UU «está ya por encima de la media de exportación» al resto de países, cuyo precio es de 4,85, y con una tasa del 25% elevaría su precio hasta los 8,15 euros, advirtió Íñigo Torres, gerente del Grupo Rioja, la principal organización bodeguera de la DOC. «Somos víctimas de la represalia comercial de EE UU por unas ayudas europeas a un sector -la aeronáutica- que nada tiene que ver con nosotros. Pero en cuanto al vino no afecta a todos los países de la UE, sólo a España, Francia, Alemania y Reino Unido. Eso genera un agravio comparativo con competidores directos nuestros como Italia pero también con Australia, Nueva Zelanda, Argentina o Chile», que pueden introducir sus vinos en el mercado estadounidense sin esos aranceles, apunta Torres.

Desde el Gobierno vasco, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, advirtió de que «tenemos a un Donald Trump dispuesto a tensar aún más las relaciones comerciales entre EE UU y Europa con medidas que, si prosperan, podrían ser muy preocupantes para parte de nuestra actividad», por lo que pidió a la UE una política arancelaria que «sepa responder a las amenazas de EE UU y de China».

Con anterioridad, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, en una entrevista en la radio pública vasca, consideró que el presidente Trump «es un elemento que genera perturbaciones en la economía mundial y, en este caso, también genera alguna en la economía vasca», pero emplazó a mantener «la calma» y a no caer «en alarmas innecesarias».