Urkullu también quiere cogobernanza para gestionar los fondos comunitarios

El Ejecutivo autonómico defiende su propuesta como vía para «agilizar» el proceso de reparto, pero el trasfondo político es más que evidente y vuelve a poner a Urkullu y a Sánchez frente a frente por el modelo de gestión. El mando único de uno y la descentralización del otro. Porque la reivindicación del lehendakari colisiona con el plan que se maneja en Moncloa, que pretende controlar todo el reparto nacional de los fondos de la UE a través de un 'mini' Consejo de Ministros.

El lehendakari fue ayer mucho menos beligerante que los presidentes autonómicos del PP, que han anunciado una batalla legal al considerar que salen damnificados del reparto de fondos, pero lanzó su órdago. Con el visto bueno del PNV y también del PSE, su socio en el Gobierno, por lo que todo hace suponer que Sánchez podría atender la propuesta de Urkullu. El consejero de Economía, Pedro Azpiazu, la denominó ayer «gobernanza multinivel real», y la reclamación principal es que el intermediario entre la UE y las adjudicatarias de los fondos sean el Ejecutivo vasco y las diputaciones a través de un organismo creado con este objetivo en el que participaría, asimismo, Eudel.

Lakua también pretende que el Ministerio de Hacienda firme un único convenio con el Ejecutivo de Vitoria para la transferencia del dinero en vez de acordar con cada Administración vasca por separado. En el fondo, el Gobierno de Urkullu pretende que se replique el modelo que se viene utilizando para la gestión de otras ayudas europeas, por ejemplo los fondos Feder, y evitar de esta forma que Madrid se convierta en la «ventanilla única» para repartir... y también para sacar pecho si la recuperación avanza.

La idea del lehendakari es que una vez que Pedro Sánchez y su equipo decidan qué proyectos recibirán apoyo y cuánto dinero les corresponde, dejen todo lo demás en manos de las autonomías. Urkullu ya puso sobre la mesa esta propuesta en la última conferencia de presidentes. Se aferra a unas palabras del jefe del Gobierno del pasado 31 de julio en el encuentro de San Millán de la Cogolla, en el que sugirió que el órgano que debe coordinar el reparto iba a contar con dos representantes autonómicos.

Urkullu va ahora más allá, pero los planes del Gobierno central parecen ser otros. Se inclina más por un mando único, y regulará la situación mediante un real decreto que entrará en vigor el 1 de enero. El primer borrador del texto, elaborado el pasado día 22, plantea la creación de una comisión interministerial que contaría con la presencia de 11 miembros del Ejecutivo, tanto del PSOE como de Unidas-Podemos. Estaría por ver si la presidencia corresponde a Nadia Calviño o a Pablo Iglesias. Pero no habría representantes autonómicos. Ayer creó la Secretaría General de Fondos Europeos. Primer paso del proceso.

En el Ejecutivo vasco esperan que Sánchez se replantee el plan. El lehendakari se mostró «esperanzado» de que Moncloa atienda su propuesta y anunció que hoy mismo llamará a Sánchez para extender la fórmula de la cogobernanza del frente sanitario al económico. En todo caso, Madrid ya conoce desde hace días el anhelo de Urkullu. Por si la decisión le fuera adversa, el líder vasco aseguró ayer que asumir el control de los fondos es el deseo de otras «regiones y naciones sin Estado» de Europa, y advirtió a Sánchez sobre tomar decisiones precipitadas al respecto. «El marco de gestión debe establecerlo la UE y todavía no lo ha hecho».