Siemens Gamesa ultima su equipo directivo

El objetivo es cubrir la plaza que está semi-vacante desde el pasado mes de octubre, cuando dimitió Ricardo Chocarro, el máximo responsable de la división Onshore, la que se ocupa de los generadores eólicos terrestres. Chocarro, que junto con David Mesonero era el único alto directivo que permanecía en la primera línea del organigrama de la compañía y procedía e la antigua 'cuadra Gamesa', decidió poner punto y final a sus 19 años de trayectoria en la firma. Cosas de las fusiones y también de las aparentes discrepancias que, al menos en ese momento, existían en las alturas de la multinacional. El hueco se cubrió de forma provisional y la responsabilidad de dirigir la división de la eólica terrestre recayó en Mark Albenze, que bastante tenía con lo suyo: dirigir otra de las tres patas en las que se asienta el negocio de Siemens Gamesa, el área de servicios. La tercera para es la eólica marina, que dirige Andreas Nauen. Así las cosas, el «se busca» trata de resolver este dilema de forma definitiva y situar a un responsable al frente de la división Onshore sin el cartel de «provisional».

La rumorología, habitual en estos casos y después de tantos meses de provisionalidad, está disparada. Durante algún tiempo cobró fuerza la idea de que el perfil que había dibujado la empresa para rellenar su primera línea ejecutiva era claro: mujer y vasca. Siemens Gamesa tiene una política muy activa para romper la brecha de género en el conjunto de la empresa y también en sus primeros niveles. Además, las tensiones generadas tras la fusión, la salida masiva de directivos de la antigua Gamesa y las críticas dirigidas a Siemens por su apetito aparentemente voraz para copar el control de la compañía, parecían aconsejar un 'guiño' al País Vasco. Pero cubrir por completo el diseño del retrato robot, apuntan algunas fuentes, se ha revelado «complicado».

Un sondeo directo sobre la cuestión al máximo responsable de la compañía, el consejero delegado Markus Tacke, ha chocado contra el frontón de su discreción. Lógica por otra parte, sobre todo si quien pregunta es un periodista. Ni procedencia geográfica ni género. «Se elegirá a quien sea la mejor opción para la empresa», ha sentenciado. Toca esperar.