La 'reina' de las oposiciones da la clave del éxito: hasta un 96% de sus alumnos aprueba

Fundar una 'startup' que en unos años valga millones, dirigir una empresa con miles de trabajadores, emplearse en alguna multinacional con un buen sueldo… Las aspiraciones laborales pueden materializarse en algunos de estos ejemplos, pero lo que realmente prefieren ser la mayoría de los españoles (el 81%, según una encuesta de Adecco) es funcionario.

La posibilidad de acceder a un empleo público, en principio «para toda la vida», y con mayores posibilidades de conciliación entre trabajo y familia es demasiado seductora como para no perseguirla con fe de carbonero.

Es lo que hizo Xosefa González, gallega de Sarreaus (Ourense), durante tres décadas (entre 1991 y 2021). Al final, con 51 años de edad y al cabo de 10 oposiciones, consiguió una plaza de funcionaria en Tragsatec, empresa pública del grupo Tragsa. Eso sí, tuvo que dejar su Galicia natal para trabajar en Madrid.

Todos esos años de vida consagrados de manera estajanovista a las oposiciones acabaron por tejer un método de estudio que ahora Xosefa quiere compartir con los aspirantes a funcionario. Desde hace casi tres años compagina su trabajo en Tragsatec con las clases 'online' que imparte en Academia Postal 3 donde, tres décadas atrás, empezó su carrera opositora.

«Contactaron conmigo para ver si podía dar clase a alguno de sus grupos. Yo les expliqué que había enseñado un método que se podía aplicar a todos los opositores, y no sólo para un tipo de destino», dice.

Y no se puede decir que les vaya mal a sus alumnos: de los 76 que ha tenido (en dos grupos de aspirantes, a auxiliar administrativo para la red de universidades gallegas y de auxiliar técnico de servicios generales del Sergas, la sanidad gallega), 57 han logrado superar los exámenes y están ya en listas de espera para ser funcionarios interinos. Es decir, el 75%.

«Tendrán la oportunidad de trabajar de interinos, a la vez que pueden seguir formándose para presentarse a la próxima convocatoria. Y, aprobando el examen, más los puntos conseguidos por trabajar ya para la administración, sacarse la plaza», se felicita.

El éxito alcanza el 96% si se acotan los resultados al primero de los exámenes que tuvieron que realizar los alumnos aspirantes a una plaza para trabajar en alguna de las universidades gallegas: 33 de 34 superaron esa prueba.

¿Cuál es la clave del éxito, al margen de los cientos, miles de horas que hay que dedicar a la tarea? «Memorización, organización y motivación», resume Xosefa. Son las tres patas del método que ha ideado. Y que se basa «en lo obvio: dividir el temario en porciones, en partes que puedas digerir en una o dos horas nada mas», añade.

La funcionaria y profesora gallega refuerza la idea, que tiende a caer por su lógica, de que »los atracones no son buenos, y la gente tiende a dárselos». «La memoria necesita un tiempo para el poso, como el vino. De toda la formación que procesas se te va a quedar un 65%, un 80% como mucho. Pero no todo», subraya.

Por eso su método apuesta por hacer un repaso «espaciado». «Tiene que alargarse en el tiempo: la primera semana veo el tema, a la siguiente semana otra vez, al de dos otra, y luego al cabo de un mes. Y cada tres meses repito el proceso».

Otro truco, quizá «el más importante», consiste en dividir el temario. «¿Hoy qué toca?¿El tema uno entero? No, tienes que dividirlo en partes, porque igual ese tema es la Constitución española. Y no es lo mismo estudiarte los derechos y deberes fundamentales que las relaciones entre las Cortes y el Gobierno.

También hay que tener en cuenta, aclara, las características del grupo de alumnos. «Yo tengo mucha suerte, porque vienen con un alto nivel de educación y están más o menos acostumbrados a bregar con temarios amplios», reconoce.

Eso sí, como suele ocurrir en muchos de estos casos, «les falta tiempo para centrarse. Veo que hay gente que a lo mejor llevan mucho tiempo sin estudiar, porque han estado cuidando hijos o trabajando en la empresa privada».

Por eso «no puedes exigirle a una persona que lleva 25 años sin estudiar que se memorice 25 artículos de la Constitución, porque se va a frustrar. Tienes que adaptarlo lo más posible, personalizarlo. Y eso cuesta un gran esfuerzo».

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