¿Qué carreteras serán de pago desde 2024 según el plan del Gobierno?
El Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere extender progresivamente los peajes a todas las vías de alta capacidad, incluidas las nacionales de un solo carril
El Gobierno ha puesto sobre la mesa una vieja idea que en los últimos años rondaba por los despachos ministeriales: cobrar a partir del año 2024 por el uso de las autopistas y autovías de la red estatal. Pero el Ejecutivo va más allá: también se abre la posibilidad de extender los peajes a las carreteras nacionales de un solo carril. Y, con posterioridad, negociar con las comunidades autónomas el cobro en las autopistas y autovías bajo su titularidad.
La propuesta, incluida en la Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido por el Gobierno a Bruselas, persigue «avanzar hacia la internalización de los costes externos del transporte bajo el principio del cobro al 'usuario pagador y también el principio de 'quien contamina paga'».Y aunque el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, insiste en que se trata sólo de una «idea», ya se calcula el impacto económico que supondría para los conductores particulares y los transportistas. A estos últimos se dirigirá una campaña de «sensibilización y concienciación», y la búsqueda de fórmulas para que el coste lo asuma el contratista de la carga, y no ellos.
Noticia Relacionada
El Gobierno propone el pago por uso en todas las carreteras para 2024
La Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex) cree que un peaje de entre 3 y 5 céntimos por kilómetro de media bastaría para enjugar el déficit acumulado por la conservación de las carreteras, estimado en 8.000 millones de euros. Seopan, la patronal de las grandes constructoras, propone un cobro de 3 céntimos por kilómetro para los vehículos ligeros y de 14 céntimos para los pesados.
Implantar un peaje medio de 4 céntimos supondría pagar 9 euros por el trayecto entre Madrid y Burgos, 12 euros para ir desde la capital hasta Zaragoza; 14 euros para el trayecto Madrid-Valencia; o 22 euros hasta A Coruña.
La red estatal de carreteras alcanza los 26.466 kilómetros de extensión, de los que 12.000 son vías de alta capacidad. En los últimos años la tendencia ha sido la de eliminar peajes conforme expiraban las concesiones de algunas de las autopistas. Por ejemplo, a finales de 2018 se acabó con el cobro en el tramo de la AP-1 entre Burgos y Armiñón.
Euskadi, al menos por el momento, no se plantea implantar nuevos peajes en las autopistas y autovías que discurren por su territorio. En primer lugar, porque las principales vías de alta capacidad ya lo cobran: las que conectan Bilbao con San Sebastián y Vitoria-Gasteiz (la AP-8 y la AP-68 respectivamente) y estas dos últimas localidades entre sí (AP-1), si bien los turismos tienen la posibilidad de viajar sin pagar por la vieja carretera nacional. No obstante, el debate sobre cómo cubrir los cada vez mayores gastos de mantenimiento está presente en las tres diputaciones vascas, que son las titulares de todas las infraestructuras. Aunque cada territorio tiene sus particularidades.
Bizkaia
La Diputación asegura que los conductores que circulen por las vías que atraviesan el territorio no pagarán peajes añadidos a los ya existentes. Es decir, que las autovías como la A-8 hacia Cantabria o los corredores del Cadagua o el Txorierri seguirán siendo gratuitas.
Las carreteras de pago en Bizkaia son la AP-8 entre Ermua y Galdakao, los túneles de Artxanda, la Supersur y el tramo de la AP-68 entre Bilbao y Ribavellosa (Álava). En los tres primeros casos hay un límite de cobro: el tope mensual es de 33,43 euros y beneficia a algo más de 18.500 usuarios. Fuentes de la diputación foral aseguraron recientemente a este periódico que «no se va a hacer nada al respecto y los usuarios de la red de Bizkaia no van a sufrir ningún cambio».
Álava
En Álava están libres de peajes la carretera entre Alsasua (Navarra) y Armiñón (A-1), la autovía de Altube (N-623) y la vía desdoblada entre Berantevilla y Zambrana (N-124). Las Juntas Generales deberán consensuar qué hacer cuando las concesiones de la AP-68 y la AP-1 expiren (2026), ya que requerirán 11 millones de euros extra cada año para su mantenimiento.
Gipuzkoa
En este territorio se paga en las autopistas AP-8 hacia Bizkaia y AP-1 hacia Álava. La Diputación guipuzcoana también cobra a los camiones que circulan por tres tramos de la N-1 y la A-15, aunque el Tribunal Supremo acaba de suspender la norma que sustenta este sistema de peajes. El ente foral deberá buscar, por tanto, una nueva fórmula para seguir haciendo caja con los vehículos pesados en estas dos vías.
En la primera mitad de 2022 está previsto implantar peajes para camiones también en la nueva autovía de Deskarga (A-636) entre Beasain y Bergara. Por el momento la Diputación de Gipuzkoa descarta cobrar a los coches en la N-1. Pero se plantea hacerlo en la autovía de Leitzaran (A-15) hacia Navarra.