Precio de la luz, hoy 3 de mayo: las horas más baratas para poner los electrodomésticos

El precio de la luz se mantiene un día más por debajo de los 200 euros, concretamente a 191,47 euros, lo que confirma la estabilidad en la tarifa regulada de la luz (PVPC). Las horas más baratas son de medianoche a 1 horas, donde el precio del megavatio hora se pagará a 152,89 euros, y las más caras, de 21 a 22 horas, donde el precio del megavatio hora se pagará a 223,5 euros.

Marzo fue el mes más caro de lo que llevamos de año y se marcó , cuando se marcó el máximo histórico , pero este mes de abril el 'pool' está bajando a niveles más parecidos a enero y febrero, cuando se movió ligeramente por encima de los 200 euros el megavatio hora. Buena parte de culpa la tiene la irrupción de la energía fotovoltaica, que en algunos días ha contribuido a bajar los precios durante las horas centrales. Sucedió por ejemplo el 8 y el 10 de abril. La producción solar, unida a la eólica, consiguió esos días expulsar al gas de la conformación de precios durante las horas punta, que supuestamente son las más caras por incluir mayores cargos y peajes que en los periodos llano y valle. El 10 de abril, entre las 15.00 y las 19.00 horas, los precios se derrumbaron hasta rozar el cero. Una situación que se volvió a repetir el día 23, entre las 11:00 y las 18:00 horas.

La mayor participación de las renovables en la conformación de precios es una de las esperanzas de que el recibo de la luz baje hasta niveles aceptables. La otra pasa por la limitación del precio del gas natural en el mercado mayorista eléctrico (el 'pool'). Los ciclos combinados, que producen electricidad a partir de este hidrocarburo gas natural, marcan el precio del 'pool' en determinadas horas. Y aunque no sean muchas, ejerce un efecto arrastre sobre las ofertas de otras tecnologías de generación. De ahí la importancia de poner un tope al precio del gas natural.

Finalmente España y Portugal han conseguido el permiso de Bruselas para aplicar este mecanismo de contención, aunque no en los términos inicialmente planteados. Ambos países querían topar el precio del gas en 30 euros/MWh durante un año, pero Europa sólo deja fijar ese límite en una media de 50 euros para todo ese periodo. Según las claves expuestas por los expertos, topar el precio del gas a 50 euros supondrá que el mercado eléctrico no pasará de los 140 €/MWh. A su vez, el recibo medio del consumidor podría bajar en torno al 40%. Esto afecta, en primer lugar, a los usuarios de la tarifa regulada (PVPV), pero también a los del mercado libre a la hora de renovar sus contratos de suministro con las comercializadora. Este abaratamiento comenzará a notarse a partir de la segunda mitad de mayo.

Lo que sí ha podido hacer el Gobierno central para abaratar el recibo de la luz es modificar los cargos del sistema eléctrico. Es uno de los componentes de la parte regulada de la factura -la otra la constituyen los peajes- y sirven para pagar conceptos como los incentivos a las energías renovables, parte de los costes de llevar la energía a las islas, o la amortización del déficit de tarifa.

El importe de esos cargos se ha reducido -desde el 31 de marzo hasta el 31 de diciembre- respecto a los aprobados a finales del pasado año. Una medida que abaratará algo tanto el precio de la potencia contratada como el de la energía consumida. Además, también se ha decidido prorrogar la rebaja del Impuesto Eléctrico al 0,5% -el mínimo permitido por Europa- y del IVA -sigue al 10%- hasta el próximo día 30 de junio.

La evolución del mercado eléctrico mayorista diario afecta directamente a los usuarios de la tarifa regulada, el denominado Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). No obstante, los consumidores del mercado libre -en el que se pacta un precio con la comercializadora de turno para determinado periodo de tiempo- también resultan perjudicados por los altos precios del mercado eléctrico a la hora de renovar sus contratos.

El encarecimiento del mercado eléctrico comenzó a principios de 2021, meses antes de que entrara en vigor la nueva estructura de tarifas. Este esquema de precios establece para los consumidores domésticos dos periodos de potencia contratada (punta y valle) y tres de energía (punta, llano y valle). La diferencia de precios entre los tramos estriba en los peajes y cargos, que son más elevados en punta (de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 22:00 horas), intermedios en el llano (de 08:00 a 10:00 y de 14:00 a 18:00 horas), y más asequibles en el periodo valle (desde las 00:00 horas hasta las 8 de la mañana, así como todas las de los fines de semana y festivos nacionales).

Con estos cambios se pretendía desplazar el consumo a las horas donde la demanda energética es menor, para evitar una sobrecarga de las redes que habría conllevado una mayor inversión en estas infraestructuras, con el consiguiente encarecimiento del recibo.

Sin embargo, una mayor aportación de las renovables puede -y así se ha visto durante determinados días- trastocar este esquema, de forma que algunas horas llanas y punta -las centrales del día, sobre todo- resultan a veces más baratas que las del horario valle. Para saber a qué precio pagarán los usuarios del PVPC el kilovatio hora consumido al día siguiente, se puede consultar la web de Red Eléctrica.

Conseguir una factura más barata pasa por cambiar una serie de hábitos. El primero de ellos, consumir en la medida de lo posible dentro de los tramos valle. Otro consejo interesante es ajustar lo máximo la potencia contratada, porque muchas veces se tiene más que la realmente utilizada.

Antes de la generalización de los contadores digitales era casi imposible para un usuario doméstico saber cuánta potencia eléctrica utilizaba. Pero con los nuevos dispositivos de medición todo el mundo puede acceder a esos datos.

Las distribuidoras -las dueñas del 'cable' por el que llega la luz hasta el punto de consumo- ya ofrecen esa información en sus páginas web y aplicaciones móviles. En Euskadi se puede hacer a través de la web de i-DE, nombre con el que Iberdrola ha bautizado a su distribuidora.

Otra manera de rebajar el recibo eléctrico es usar los electrodomésticos de manera eficiente. Por ejemplo, eligiendo los programas que funcionan a temperaturas bajas en la lavadora o el lavavajillas, apagando las placas eléctricas o el horno antes de que acabe el tiempo de cocción para aprovechar el calor residual, o eliminar el 'stand by' para apagar del todo los aparatos.

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