El 'phishing', la técnica de suplantación de personalidad para acceder a los datos confidenciales de los ciudadanos o incluso para intervenir sus equipos informáticos, se ... viste ahora de Agencia Tributaria del Estado. Los ciberdelincuentes están ampliando el trampantojo. Si durante años se han centrado en simular mensajes que parecían enviados por entidades financieras, con el objetivo de intentar acceder a los datos de las tarjetas de crédito de sus víctimas –nombre, número de tarjeta y pin secreto-, ahora se viste de inspección fiscal. Así, como que da un poco de miedo de entrada.
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En los últimos días, un buen número de empresas vascas han recibido un email con el logotipo de la Agencia Tributaria y un mensaje de esos que introducen dudas y preocupación. El texto indica que el fisco ha recibido una denuncia contra la empresa que recibe el email, por el cobro de una factura que no ha sido declarada a Hacienda. Eso es, dando a entender que se han falseado las declaraciones de ingresos y de IVA. También anuncia que en unos días la empresa recibirá la llamada de un agente de la Agencia Tributaria para aclarar el asunto, aunque deja caer que todo irá mejor si la empresa toma la iniciativa y entra en contacto con Hacienda a través de un link que se proporciona en el email. Mejor no pinchar en el link. Puede pasar cualquier cosa y ninguna buena.
Claro que estos ciberdelincuentes, además de delincuentes son un poco torpes y no han oído hablar del Concierto Económico, ni de las diputaciones y las haciendas forales. La cuestión es que todos los procesos de inspección sobre las empresas vascas son competencia de las haciendas forales y no de la Agencia Tributaria del Estado.
Si es que hasta para ser un caco moderno hay que estar al cabo de la calle de la complejidad institucional que nos rodea.
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