Los paquetes de Amazon enfadan a muchas empresas
Econfidencial ·
Amazon, el gigante de la distribución comercial a través de internet, ha revolucionado la forma de comprar para muchos ciudadanos pero también está alentando el ... enfado de algunas empresas –además del odio africano que despierta en el comercio tradicional- por motivos puramente logísticos. ¿La razón? Muchas personas eligen como lugar de entrega de las mercancías su puesto de trabajo y las empresas se encuentran ahora con una avalancha de paquetería para la que no están preparadas.
Algunas grandes empresas del País Vasco ya han comunicado a su plantilla y también a Amazon que no recibirán más paquetes 'privados' en el centro de trabajo, salvo que la compañía de distribución instale algún sistema de entrega automatizada. Los cada vez más habituales 'lockers'. Unos armarios metálicos, con compartimentos individuales, que pueden abrirse de forma automática mediante una clave o un código gráfico.
En algunos casos, sobre todo en factorías con cientos de trabajadores por turno, el asunto se ha convertido en una auténtica locura ya que el guarda jurado de la recepción dedica ya más tiempo a atender a los mensajeros de Amazon y a entregar posteriormente las mercancías, que a las funciones que debe realizar para la empresa.
Todo apunta, sin embargo, a que la posibilidad de recibir paquetes en el puesto de trabajo va a ser una necesidad ineludible en el futuro, en el complicado camino de conciliar la vida familiar y laboral. Si el comercio por internet aumenta –y lo hará de forma exponencial en los próximos años-, también será necesario adaptar las formas de recibir esos envíos: las horas habituales de entrega coinciden, precisamente, con las de la jornada laboral. Entre los cambios que vienen como consecuencia de esta revolución del comercio también está la proliferación de los puntos de entrega, en locales habilitados para ello o en gasolineras, como ya ha comenzado a extenderse.
Pero ésta es también otra pieza de la conciliación laboral y familiar y requiere soluciones. Hay grandes empresas que ya han optado por ubicar en sus centros de trabajo un área dedicada, precisamente, a ayudar a los trabajadores en su vida privada. Esto es, recoger sus paquetes pero también otras misiones tan comunes como llevarles la ropa a la tintorería o comprarles medicinas en la farmacia. Repsol, que ya lo ha implantado en su sede central de Madrid, lo llama «La Oficina del Tiempo».
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