Los jóvenes pasan de la tarjeta de crédito: esta es su alternativa preferida
Los pagos fraccionados sin intereses se abren paso entre los 'millenials' y la 'generación Z' gracias a su gran accesibilidad y sencillez de uso
El crecimiento de los medios de pago electrónicos y del comercio por internet está impulsando una nueva modalidad de compra a crédito. Se trata del 'Buy now, pay later'. Es decir, 'compra ahora, paga después' (BNPL, por sus siglas en inglés). Consiste básicamente en un fraccionamiento de los pagos de las compras -fundamentalmente aquellas realizadas en internet, aunque no solo-, con la particularidad de que generalmente no conlleva intereses.
El BNPL lleva ya varios años funcionando en el mercado, aunque es en el mundo anglosajón donde goza de más popularidad. Sobre todo entre los jóvenes. En Estados Unidos aproximadamente el 80% de los consumidores que optan por un pago 'online' diferido tiene entre 19 y 34 años. Un estudio de PYMNTS, consultora especializada en pagos y comercio, revela que los 'millennial' y la 'generación Z' -personas que hoy en día tienen aproximadamente entre 18 y 40 años- constituyen el principal mercado de esta modalidad de compra. Lo prefieren a las tarjetas de crédito «por su flexibilidad para pagar, los sencillos pasos de aprobación, y la ausencia de intereses».
En España su penetración aún es incipiente. Según el XI Informe de Tendencias en Medios de Pago de Minsait Payments, el 43% de los españoles declara conocerlo, pero únicamente el 15% de los consumidores lo utiliza.
Compras más corrientes y de menor importe
Aún así, el Banco de España ya advertía en julio de 2021 de que la irrupción en el mercado financiero de las 'fintech' (empresas financieras de base tecnológica) está cambiando el concepto del pago a plazos, «pues su oferta incluye la posibilidad de aplazar el pago de compras más corrientes y de menor importe, como puede ser ropa, calzado o cosmética». Además, como valoran los expertos de Funcas en un informe, «el auge de las compras online, especialmente desde la pandemia, ha relanzado el uso de servicios de aplazamiento de pagos».
Los consumidores jóvenes, señala el estudio de PYMNTS, están especialmente interesados en «elegir cuándo y cómo pagan sus compras, incluyendo opciones de BNPL emitidas por el banco, y las tarjetas virtuales que les permiten utilizar esta modalidad de compra en sus comercios preferidos».
En su portal de salud financiera, el BBVA destaca que este tipo de financiación «da la opción de diferir pagos pequeños, cuando los créditos convencionales sólo están disponibles a partir de unos cientos de euros. Es precisamente esta cualidad la que hace que los comercios que ofrecen el pago fraccionado aumenten sus ventas considerablemente».
En un principio la mayoría de las empresas que ofrecían el BNPL eran 'fintech' que querían dar más facilidades de compra a los jóvenes. Por ejemplo, la sueca Klarna, la estadounidense Affirm o la australiana Afterpay. Estas plataformas han incorporado a destacadas firmas de moda, complementos o cosméticos a sus 'apps' móviles, de manera que la compra fraccionada se convierte en algo muy fácil y accesible, a apenas un 'click'. Además, algunas de ellas ofrecen ventajas añadidas, como club de puntos, premios, ofertas y «experiencias exclusivas».
A esta tendencia se han sumado las Big Tech: Apple lanzará de forma inminente Apple Pay Later, que ofrecerá el servicio de compra sin siquiera contar con un socio bancario. Su filial Apple Financing será la que tome las decisiones de préstamo y financie los créditos con el respaldo del balance de su matriz.
Los bancos tradicionales entran en el mercado
También los bancos convencionales han detectado la oportunidad para explotar la estrecha red de vínculos que tienen con sus clientes. En España destaca el caso de Plazox, un sistema unificado de medios de pago nacido hace ya cuatro años de la fusión de ServiRed, Sistema 4B y EURO 6000.
La plataforma permite fraccionar las compras con tarjeta de crédito en tiendas físicas o internet. Sin trámites ni papeleos, el cliente decide cuándo quiere pagar: en 3, 6, 9 o 12 plazos. El funcionamiento es sencillo: al realizar el abono con tarjeta, el usuario puede elegir pagar el importe total o fraccionarlo. Si se decide esto último, puede escoger en el terminal la opción de 3, 6, 9 o 12 plazos. Para finalizar, se confirma la operación.
Lo ofrecen las siguientes entidades financieras: Santander, Kutxabank, BBVA, Bankinter, Ibercaja, Unicaja, Caja rural, Cajamar, Eurocaja Rural, Bankintercard y Cajasur. Está disponible en cualquier comercio -se físico u 'online'- que tenga habilitado el servicio Plazox. Eso sí, la compra debe ser de al menos de 60 euros.
Intereses por impago de hasta el 30%
Uno de los grandes atractivos del BNPL es la ausencia de intereses, que son asumidos por el comercio. Al menos, siempre que los pagos se efectúen en tiempo y forma: si por alguna razón no se puede hacer frente a las cuotas periódicas, se cobran comisiones por retraso y unos intereses «muy por encima de la media del mercado en préstamos al consumo», según el BBVA. Funcas señala que estos recargos pueden oscilar «entre el 10% y el 30%».
El centro de estudios advierte además de que las 'fintech' que ofrecen este tipo de servicios se enfrentan aun grave riesgo propiciado por la desaceleración económica: la morosidad crediticia. Muchas de las que más han crecido lo han hecho en el sector del crédito, por ejemplo a través del BNPL.
El problema es que buena parte de este crédito «ha sido concedido a personas con un perfil de riesgo comparativamente elevado. La caída de la actividad económica puede hacer que algunos de estos consumidores pierdan su empleo, lo que va a terminar afectando a su capacidad para hacer frente a todos los préstamos al consumo que han contraído con algunas de estas 'fintech'. El reto para el sector está en cómo gestionar la morosidad creciente».
Para el consumidor el peligro está, según señala el Banco de España en su portal Cliente Bancario, en que «comprar y pagar luego es muy tentador, pero puede fomentar la compra impulsiva, y por ello hay que poner sensatez para no terminar endeudándose en exceso. Tarde o temprano tendrás que pagar esas pequeñas deudas y se pueden acumular».