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Jorge Murcia
Viernes, 16 de junio 2023, 01:22
El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad. Y que, al margen de las consecuencias medioambientales -aumento de la temperatura global, del nivel del mar, de los fenómenos atmosféricos extremos, etc.-, tendrá serias repercusiones económicas.
«Para revertir esa situación en lo que se pueda ahora toca empobrecernos o, al menos, que se empobrezca la inmensa mayoría», advierte Santiago Niño Becerra en un hilo de Twitter.
1/5. Ya lo hemos comentado: la degradación climática y medioambiental que ya estamos teniendo y que seguirá no es consecuencia de una maldición mágica si no de los modelos económicos escogidos (fíjense que no digo del Sistema: el Capitalismo podría haber escogido otros modelos).
— Santiago Niño (@sninobecerra) June 12, 2023
La revista Science publicaba recientemente un artículo en el que diversos investigadores cuantificaban las pérdidas económicas mundiales que se producirán a lo largo de este siglo debido al cambio climático: 84 billones de dólares. Y eso aunque se cumplan los actuales compromisos de reducción de emisiones de CO2.
El economista catalán recuerda que «la degradación climática y medioambiental que ya estamos teniendo y que seguirá no es consecuencia de una maldición mágica, sino de los modelos económicos escogidos».
Niño Becerra hace aquí una precisión: no habla del «sistema», ya que el capitalismo «podría haber escogido otros modelos». Todos los seguidos desde la primera revolución industrial «han partido de dos bases», a su juicio.
La primera, que en la tierra «había todo lo que hiciese falta en cantidad ilimitada, por lo que era barato». En segundo lugar, la humanidad tenía otra creencia que, como la anterior, se ha demostrado con posterioridad profundamente errónea. «Que el entorno natural era un basurero infinito en el que arrojar los desperdicios a coste cero».
El profesor de la Universidad Ramón Llull recuerda que «desde 1870, y sobre todo desde 1955, el crecimiento económico ha sido como nunca antes». Sin embargo, «desde hace años» empieza a haber escasez de 'commodities' (materias primas de todo tipo con las que se puede comerciar), «y cada vez estamos más cerca de un infierno climático».
«¡Ojo!: no echemos la culpa a nadie», puntualiza Niño Becerra. En su opinión, «las cosas del clima han llegado donde han llegado» porque «crecimos lo que crecimos y como crecimos». De ahí que, como tantos otros expertos en recursos naturales advierten, la única solución pasa por crecer menos, o incluso decrecer.
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