Esta es la multa por marcharte sin pagar de una gasolinera

Hacer un 'simpa' consiste en salir sin pagar de un establecimiento tras haber comprado o consumido un producto o servicio, del tipo que sea. Aunque a veces puede pasar por una simple travesura -especialmente cuando los importes impagados son de pequeña cuantía-, está tipificado como un delito de estafa y la sanción, en los casos más graves, alcanza los seis años de cárcel.

Uno de los 'simpas' que más crecen en verano, como consecuencia del incremento en los desplazamientos por carretera, es el que tiene como objetivo las gasolineras. Según datos de la Ertzaintza, el pasado año se registraron 280 denuncias por impago en estaciones de servicio (138 en Gipuzkoa, 132 en Bizkaia y tan sólo 10 en Álava).

Llenar el depósito de un vehículo puede suponer un importe considerable y aunque la posibilidad de salir corriendo -sobre ruedas- sin pagar puede resultarle tentadora a alguien, conviene tener en cuenta sus hipotéticas consecuencias. Porque las posibilidades de ser identificado y localizado son muy grandes, debido a que la mayoría de las gasolineras cuentan con cámaras de vigilancia conectadas día y noche. Además, los empleados de las estaciones están obligados a denunciar a los clientes que se hayan marchado sin pagar el combustible repostado.

El delito de estafa está tipificado en el artículo 248 del Código Penal, y tiene diversos grados en función del daño que pueden causar en la víctima. Si no supera los 400 euros es considerada como delito leve, y se castiga con una multa diaria a pagar durante un periodo que va de 1 a 3 meses. El importe económico de esa sanción dependerá de los ingresos del infractor, y oscila entre un mínimo de 2 euros y un máximo de 400 euros diarios. Aunque «generalmente oscila alrededor de los 10 euros», según explican en el Real Automóvil Club de España (RACE).

Un castigo que se aplicará, además, incluso si el impago se produce por un despiste. Por supuesto, el infractor deberá pagar el importe del combustible repostado.

En caso de reincidencia -cuando el conductor comete el delito más de tres veces-, el delito pasa a ser grave. Además de tener que pagar la correspondiente sanción económica, consistente en una multa diaria durante un periodo de entre seis y 12 meses, se expone a una pena de cárcel que oscila entre uno y seis años.

También hay que tener en cuenta que, en contra de lo que sucede en el caso de otros muchos tipos de infracción -como los de tráfico-, estos delitos no contemplan el descuento por pronto pago, que suele reducir el importe de la sanción a la mitad. El conductor condenado también tendrá que pagar las costas del proceso judicial.

• Temas
• Gasolina
• Multa
• Audiencias