Así serán las hipotecas en 2022

2021 será recordado por el mercado inmobiliario español como el año en que las entidades bancarias ofrecieron las hipotecas con los intereses más bajos (según el Banco de España, la media se situó alrededor o por debajo del 1,50%) y por ser también el ejercicio en que más se contrató a tipo fijo, el 70% de las cerca de 350.000 concedidas, según el INE. Corren buenos tiempos para un sector que ha remontado el parón de 2020 apoyado en un ahorro en niveles máximos (el miedo a la pandemia contuvo el gasto en los hogares y situó la tasa de ahorro anual en el 31,1% de la renta disponible) y en el bajo coste de la financiación. Sin embargo, para los compradores podría haber pasado ya el mejor momento, aunque el cambio de las condiciones no vaya a ser radical. Por tanto, 2022 será un buen año para comprar casa, pero un poco peor que 2021.

Para empezar, porque los precios podrían registrar alzas, aunque éstas moderadas. Así sería de repetirse el patrón del año pasado, en el que pese a la alta demanda las subidas estuvieron en torno al 1% o 2%.

Por otro, por la evolución de la inflación y sus consecuencias en el euríbor. La dura competencia entre las entidades financieras mantendrá los precios de las hipotecas en niveles históricamente bajos, pero sólo si la política de tipos del Banco Central Europeo y evolución la inflación se lo permiten.

De momento parece que será así, ya que pese al escenario inflacionista y de aumento de precios en el resto de bancos centrales, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha rechazado recientemente en varias ocasiones una subida de los tipos de interés, que permanecen desde 2016 al 0%, y que han mantenido el euríbor en negativo en estos últimos años e incluso le permitió alcanzar su mínimo histórico de -0,505% en enero. Pero, aunque el BCE insiste en que el alza de los precios es coyuntural y no estructural, algunos analistas no descartan una subida de los tipos en caso de que se mantenga el aumento del IPC. Esa subida arrastraría también al euríbor. Aunque lentamente. Dados los bajos niveles en los que el índice se encuentra en la actualidad, incluso en un escenario de cambio de tendencia se mantendría al menos durante los dos próximos años por debajo del 0%, como se encuentra desde febrero de 2016.

En cuanto a las hipotecas a tipo fijo, que ahora son las que más interesa vender a los bancos, también podrían encarecerse si el mercado español sigue la tendencia de lo que está ocurriendo en el estadounidense, donde las entidades financieras los han subido ya a niveles prepandemia.

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