Cuando Hacienda no quiere cobrarte y tú te empeñas en pagar

Sucedió a finales del pasado mes de abril en la Hacienda foral de Bizkaia, cuando el ordenador del fisco vizcaíno recibió la entrada de un buen número de declaraciones de pagos fraccionados de autónomos. Estos pagos habían sido congelados, anulados, en uno de los primeros decretos de medidas fiscales que se aprobaron a finales de marzo, con le objetivo de ayudar a pymes y autónomos a atravesar el bache de tesorería que iba a suponer el Estado de Alarma. Otros pagos –las retenciones de IRPF o de IVA- fueron trasladadas de fecha, del 27 de abril al 1 de junio. Sin embargo, los anticipos de los autónomos del primer y segundo trimestre fueron cancelados del todo, en el supuesto de que los ingresos de todos ellos van a se inferiores este año, de tal forma que cuando realicen su declaración de IRPF en la primavera de 2021 el desfase no será muy grande.

Esos pagos fraccionados, que los autónomos entregan a Hacienda de forma trimestral, son el equivalente a las retenciones que se realizan en las nóminas de los empleados por cuenta ajena. En el caso de los autónomos se trata del 5% de las rentas obtenidas en el anteúltimo año. Esto es, para los pagos en 2020 se utiliza como base de cálculo el rendimiento obtenido en 2018.

Lo cierto es que la Hacienda de Bizkaia preparó su ordenador para aplazar el pago del resto de retenciones –IVA e IRPF, principalmente- de tal forma que si alguien la presentó el 27 de abril, el cobro en cuenta no se realice hasta el 1 de junio. Si alguien estaba empeñado en abonar en esa fecha también se podía hacer mediante una carta de pago. Pero en el caso de los pagos fraccionados de autónomos nadie dio instrucciones al ordenador porque nadie pensó que se iban a presentar liquidaciones. Pero…. se presentaron porque algunos asesores fiscales lo hicieron por error y el ordenador –que es un tonto que trabaja rápido- lo aceptó de buen grado. Tanto que incluso giró las órdenes de cobro a los bancos.

Cuando comenzaron las protestas de los autónomos al ver que Hacienda se llevaba el dinero de sus cuentas corrientes se deshizo el entuerto. Marcha atrás. Hacienda ordenó al su 'ordenador' la devolución del dinero por el mismo camino por el que había llegado.

Si es que es tan raro, que cuando Hacienda tiene un gesto hacia el ciudadano... éste ni se lo cree.