El Gobierno vasco no ve mal la OPA sobre la Bolsa
Econfidencial ·
El Gobierno vasco no ve con malos ojos lo que puede suceder con la Bolsa española en los próximos meses y que a buen seguro ... tendrá alguna trascendencia en Euskadi, por aquello de que aún queda un reducto bursátil en Bilbao. La compañía suiza SIX anunció hace ya algunos meses la presentación de una OPA para adquirir las acciones de la compañía española BME. Es el acrónimo de Bolsas y Mercados Españoles, la sociedad de la que depende la operativa de la Bolsa en España y que es el corazón de buena parte del mercado financiero nacional. Lo que se conoce como 'Bolsa de Bilbao' es, en realidad, la delegación de BME en el País Vasco y poco tiene que ver con el pasado, entre otras cosas porque el mercado se ha automatizado, viaja a través de las redes de telecomunicaciones y le dan forma los ordenadores.
Lo cierto es que el Gobierno vasco podía haber emitido una opinión formal sobre el asunto. No lo ha hecho y, aseguran, no hay intenciones de hacerlo. Un silencio administrativo que hay que interpretar, matizan quienes conocen el estado de la cuestión, como una aceptación a la propuesta y a los compromisos asumidos por SIX. Básicamente, que nada cambiará en la estructura de la Bolsa española, al menos durante algunos años. La OPA debe recibir varias autorizaciones antes de que sea efectiva y lleve a los accionistas de BME a tomar una decisión -ya ha recibido el plácet de Competencia- entre las que figura la del Gobierno español y la CNMV. Las comunidades autónomas en las que BME tiene implantación -País Vasco, Cataluña y Valencia, además de Madrid- tienen la posibilidad de emitir su opinión. Es una opción, no una obligación, de ahí que el Gobierno vasco haya decidido acogerse al silencio.
Que sea un operador ajeno a la Unión Europea y vaya a aportar dimensión son los dos atributos que han introducido algo de tranquilidad en la OPA de SIX. Al tener su sede en Suiza parece disiparse el temor a que pueda desplazar fuera de España los centros de decisión ya que, aparentemente, tener una pata en el territorio de la UE es una de las claves de su oferta.
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