¿Por qué no se fusionan Kutxabank y CajaSur?
Econfidencial ·
Hace ya algunas semanas, un sindicato expresaba su sospecha de que Kutxabank prepara una inmediata absorción de CajaSur. Esto es, la integración en ... una única estructura de la entidad que tiene su sede en Córdoba y que en estos momentos actúa como una filial. «Nada de eso», aseguran a EL CORREO fuentes conocedoras de la situación. «Algún día puede ser, pero tendrán que pasar algunos años», añaden las mismas fuentes. Y la realidad, les aseguro, resulta sorprendente.
El paso siguiente era pasar a cuestionarse las razones para defender una u otra estrategia. ¿Mejor juntos o separados? En una primera aproximación, desde el desconocimiento de los últimos detalles, cualquiera puede pensar en un amplio abanico de opciones. Por ejemplo, como se ha rumoreado en numerosas ocasiones, la hipótesis de mantener CajaSur independiente estaría centrada en la oportunidad de desprenderse de esa entidad a corto y medio plazo. «Ahora que ha comenzado a dar frutos merece la pena conservarlo», apuntan las mismas fuentes. También está el lío de la marca, a sabiendas de que lo que suena a vasco en el mercado andaluz genera división. Y dividir siempre es una mala estrategia de aproximación a la clientela.
La compra de CajaSur a mediados de 2010 por parte de BBK -que había sido intervenida después de haber perdido casi 600 millones de euros en el ejercicio anterior- fue una jugada mercantil maestra del entonces presidente de la entidad vizcaína, Mario Fernández. Un trabajo fino, un regalo para el PNV vizcaíno, porque esa adquisición desequilibraba por fin la ecuación de las tres cajas de ahorros vascas. Quizá eso sea lo que explique algunos dardos lanzados con posterioridad por el líder jeltzale guipuzcoano, Joseba Egibar, contra Mario Fernández. Hasta ese momento, la suma de BBK, Kutxa y Vital daba como resultado una entidad sin una clara mayoría vizcaína, por el tamaño relativo de cada caja. La inyección en vena para BBK de los 18.000 millones en activos aportados por CajaSur daba al 'poder vizcaíno' una clara mayoría de cara a la fusión, como así sucedería en la creación de Kutxabank.
Ni venta, ni cuestiones de marca son el problema. Nada de eso. La cuestión fundamental es que la absorción de CajaSur por parte de Kutxabank provocaría de forma inmediata la equiparación salarial, al quedar todos los empleados de la entidad andaluza sometidos al convenio vigente en el banco vasco. Las diferencias son brutales. En esta materia, afortunadamente, no hay que preguntar nada y basta con echar un vistazo, calculadora en mano, a las cuentas de resultados individuales de Kutxabank y de CajaSur. Y es que el coste medio por empleado de Kutxabank se eleva a unos 83.000 euros -salario bruto, Seguridad Social y beneficios de seguro médico y ayudas para estudios incluidas-, frente a los 57.000 de CajaSur. Simplemente, brutal.
Así las cosas, equiparar los salarios de los 2.000 empleados de la entidad andaluza a los de Kutxabank supondría un gasto adicional anual de 52 millones de euros anuales. Cifra gorda donde las haya, que provocaría más de un infarto porque el banco vasco no está para desperdiciar un euro, al menos hasta que la Fundación BBK haya conseguido completar, por la vía del dividendo, el fondo de reserva que le han exigido los supervisores bancarios. La fusión puede esperar. Hay 52 millones de razones.
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