Cuando la forma es el fondo
Diputado de EAJ-PNV y portavoz del Grupo Vasco en el Pacto de Toledo
Domingo, 14 de octubre 2018
En la última reunión que celebró la mesa y portavoces del Pacto de Toledo se tomaron dos acuerdos que, a juicio del Grupo Parlamentario Vasco EAJ-PNV, son relevantes. Uno, recibir y dar por incorporado el texto de la recomendación número dos, relativa al mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y su mejora, previamente acordado por una mayoría significativa de grupos. Y dos, señalar un intenso calendario de reuniones con el objetivo de alcanzar antes de fin de año un acuerdo en el seno de la Comisión que conduzca a un escenario de estabilidad y confianza en el futuro del sistema de pensiones.
Si bien lo relevante es la valoración de dichos acuerdos.
El primero significa que finalmente hemos dado con una metodología de trabajo adecuada para obtener resultados, entendido este término en el Pacto de Toledo como la obtención del grado más amplio de consenso posible en la recomendación señalada, la número dos. Recomendación que, a nuestro juicio y en el de muchos actores sociales, se había convertido en el principal factor de confrontación, y por ello en el de mayor necesidad de convergencia atendidas las reclamaciones sociales. Y del segundo de los acuerdos se trasluce que, constatada la utilidad de esa dinámica de trabajo, se abre la posibilidad de trabajar las recomendaciones restantes e incluso de repasar las que ya contaban con algún avance en su redacción; y fijar un calendario de sesiones con intención de avanzar en el debate del conjunto del Pacto de Toledo con el objetivo de tratar de llegar a consensos en el plazo más breve posible.
Vaya por delante que no ha sido fácil, que nada está aún acordado, y que los textos de todas las recomendaciones ya tratadas, incluso de aquellas que pueden contar con mayor consenso, son aún provisionales. O, en su caso, las anotaciones o votos particulares que cada grupo quiera reflejar respecto de extremos que entiendan/entendamos que no tienen adecuado tratamiento en los textos acordados. Pero es importante constatar que, frente a fórmulas estereotipadas de transparencia más formal que real, ha sido la suma de esfuerzos de todos los que participamos como portavoces en la Comisión la que, mediante el intercambio de textos y pareceres, ha conseguido ese importante acuerdo. Y que esa fórmula nos lleva a intentar avanzar en un pacto que, además de trascendente por su contenido, es aún más importante porque muestra que la política sirve de cauce para el entendimiento. Ese ha sido el propósito que ha animado al Grupo Vasco en todas las negociaciones y, en concreto, allí donde ha sido importante buscar complicidades para llegar a acuerdos.
Ya desde su inicio la premisa de funcionamiento del Pacto de Toledo fue intentar permanecer al margen de la vorágine del día a día político para adentrarse en la obtención de acuerdos, ya que entendíamos y lo seguimos haciendo que el valor añadido de esta Comisión y de ese Pacto se encuentra en la posibilidad de incorporar el mayor grado de consenso posible en una materia tan estructurante de la sociedad como es el sistema de pensiones. Por ello, y al margen de que los contenidos también deberán ser adecuados, permítanme señalar que este es uno de esos casos paradigmáticos donde el aforismo se hace realidad; donde la forma es el fondo. Donde lo importante es llegar a acuerdos.