Por qué tienen éxito las franquicias
En los últimos años hemos asistido a un repunte de franquicias de alimentación, una fórmula que permite alcanzar barrios y poblaciones donde no llegan o es muy difícil subsistir otro tipo de comercios. Sin embargo, esta expansión ha arrastrado desde su origen ciertos estigmas que, acentuados por la evolución del mercado y del sector en particular, le han relegado a un segundo plano en la escala social del comercio. Estigmas que pueden derivar bien de la gestión del propietario, que no siempre es la adecuada, o bien de la relación directa con su franquiciador, que en muchos casos no es la deseada.
Según el 'Informe 2019 del mercado de franquicias y asociados' elaborado por Alimarket, en el último ejercicio ha aumentado el número de tiendas, pero ha disminuido la superficie, lo que demuestra que estamos asistiendo a un cambio del modelo. Un modelo que triunfa principalmente en ciudades como Barcelona, y que en lugares como Euskadi es más incipiente, lo que supone toda una oportunidad de crear un sistema nuevo y de calidad, que no arrastra herencias y se basa sobre un modelo de negocio sostenible, que genera empleo y riqueza en su entorno.
Esta situación lleva a realizar una profunda reflexión para detectar fortalezas, saber cómo extrapolarlas y sentar así las bases que están permitiendo replicar un nuevo modelo con éxito. Dicho planteamiento nos ha permitido abrir seis franquicias, denominadas BM Shop, a día de hoy, en todos los casos con una alta satisfacción de sus dueños, tanto si es un nuevo comercio o se trata de un cambio de enseña.
¿Cómo logramos replicar un modelo de éxito a través de la franquicia? En primer lugar, a través de un proyecto rentable que concede a los propietarios, posiblemente, los márgenes más altos del sector de la distribución alimentaria; esta rentabilidad otorga al gerente un adecuado soporte financiero en los comienzos del proyecto, que es cuando más se necesita, y posteriormente una estabilidad durante la vida del negocio.
En segundo lugar, acompañamos desde el principio y durante todo el proceso al emprendedor, con la elección del local, el plan de viabilidad, los trámites administrativos, formación específica del personal del supermercado, para trasladar los valores de servicio al cliente y de atención excelente, y por supuesto, el producto de calidad con la continua adaptación a las necesidades de los clientes y a su entorno.
Sea como fuere, el reto actual al que nos enfrentamos los grandes grupos es garantizar la viabilidad y la buena imagen del franquiciado, y buscar fórmulas que permitan la mejora y el crecimiento de este nicho de mercado, una apuesta por el empleo local y por el desarrollo del pequeño comercio, algo muy necesario en zonas donde no tienen cabida otro tipo de comercios.