Dos años de cárcel para un trabajador por duplicar teléfonos de clientes para sacar dinero de sus cuentas
El estafador se valía de su trabajo para obtener información personal clave con la que obtener metálico de cajeros y cargar compras
Jorge Murcia
Martes, 17 de junio 2025, 00:57
La Audiencia Provincial de Valladolid ha sentenciado con dos años de prisión y multa de 450 euros a un trabajador de una empresa de telemarketing que suplantaba la identidad de sus víctimas mediante el duplicado de tarjetas SIM telefónicas para sacar dinero de cajeros automáticos y cargar compras en sus cuentas bancarias.
El hombre, que trabajó desde febrero de 2020 hasta marzo de 2021 en una subcontrata que captaba clientes para una compañía de telecomunicación, se valía de su puesto de trabajo para acceder a bases de datos de clientes a través de una plataforma de la empresa.
Seleccionaba posibles víctimas, todas ellas de edad avanzada, con cuenta asociada en el Banco Santander. Después descargaba la aplicación de la entidad financiera en un móvil y a continuación introducía el DNI de la víctima.
Cuando la 'app' solicitaba introducir la contraseña, el trabajador pedía su recuperación, seleccionando la opción de enviar un SMS al móvil del perjudicado. La aplicación le mostraba entonces el número del cliente tachado con asteriscos, salvo los últimos tres dígitos del teléfono.
Con esa información, rastreaba la plataforma de la empresa en busca de un número que coincidiera con el de la víctima. En una siguiente fase, realizaba un duplicado de su tarjeta SIM, bien de forma presencial desde una tienda de telefonía, cogiendo una tarjeta de portabilidad y creando una orden en el sistema para realizar ese duplicado.
Una vez finalizada la orden, y desde uno de los teléfonos móviles de su propiedad, con la tarjeta SIM a nombre de una persona con identidad ficticia, realizaba un cambio de titular de la tarjeta y ponía esas credenciales falsas en el número de móvil que quería duplicar. Es decir, en el que correspondía al del acceso a la banca 'online', y cuya tarjeta SIM había insertado previamente en uno de sus móviles.
Otras veces el duplicado lo realizaba vía telefónica creando la orden y siguiendo los pasos anteriores. Con la diferencia de que en este caso el proceso lo finalizaba un trabajador del departamento de atención al cliente de la teleco para la que prestaba servicios la empresa del estafador, y desconocedor de los hechos.
Mediante esta operativa realizó numerosas extracciones de dinero en diversos cajeros de Valladolid y compras con cargos en cuentas bancarias no autorizadas por sus titulares, por un valor total de 20.053,21 euros.
Una vez tuvieron constancia del duplicado de las tarjetas SIM y los cargos desconocidos en sus cuentas bancarias varias de las víctimas pusieron estos hechos en conocimiento de la Policía.
Pruebas incriminatorias en su domicilio
Con la ayuda de las imágenes captadas por los cajeros automáticos, los agentes dieron con la identidad del estafador. En su domicilio encontraron varias prendas que portaba cuando sacaba dinero de las terminales de los bancos, además de dos de los teléfonos usados para duplicar las tarjetas SIM de las víctimas. También hallaron la caja correspondiente a un tercer smartphone.
En un primer análisis «superficial» de uno de los aparatos se encontró numerosas imágenes correspondientes a la documentación personal de terceras personas, así como de cuentas bancarias.
El acusado admitió desde el primer momento los hechos de que se le acusaban, y fue condenado por un delito continuado de descubrimiento y revelación de secretos a dos años de prisión, y multa de 9 meses con cuota diaria de 2 euros (para un total de 540 euros). Además, la sentencia le obliga a indemnizar con 700 euros a tres de las víctimas.
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